Yorst escribió:Apostata escribió:Yorst escribió:Apostata escribió:Desde el cariño y el aliento a nuestros queridos hermanos peruanos, una eventual victoria de Perú en la Copa América sería una tragedia futbolística sólo comparable a la que sucedió aquí cuando Grecia ganó la Eurocopa.
Se nos suele llenar la boca diciendo lo mucho que nos gusta el buen fútbol, pero luego nos apuntamos al carro de Islandia o de Perú que son la confirmación de la decadencia actual del fútbol de selecciones.
Pero... ¿les has visto jugar?
Hasta que me dormí.
En cualquier caso, el problema no es ver jugar a Perú, sino el no ver jugar ni a Argentina ni a Brasil.
Como dije ayer, en la Copa América, pasa con Argentina y Brasil lo que en la Liga Española con Madrid y Barsa que muy mal tiene que hacerlo para que un Valencia, un Dépor o un Atleti te ganen una liga.
Y conste que yo suelo estar del lado de los equipos débiles, pero eso no es fútbol, eso es romanticismo. Que selecciones como Argentina o Brasil se pongan a tiro de selecciones como Colombia, Venezuela o Perú es un síntoma claro de decadencia que explica bastante bien porque América se ha pasado 20 años sin rascar un Mundial.
El fútbol mejora cuando Brasil te planta en el campo un equipo con Ronaldinho, Ronaldo, Roberto Carlos, Rivaldo, Juninho y compañía. Pero si queremos engañarnos pensando que Flores y Guerrero son la creme de la creme, pues nada, Charisteas y Zarogakis también están en la historia del Fútbol.
A ver si me aclaro. Si te he entendido bien, lo importante no es que gane el equipo mejor si no el país con más historia?
Esa me parece una postura mucho más romántica, y si me apuras arcaica. Típico del buen romanticismo de Espronceda.
Según esa filosofía, fue una desgracia para el fútbol que España, una selección que no pasaba de cuartos, ganase el mundial. Por el bien del fútbol, debió ganarlo Brasil, Francia, Inglaterra o incluso Alemania
No, no me he debido de explicar bien.
No se trata de que a uno le apetezca o no que Perú pueda llegar a juntar un equipo como el Brasil de Ronaldo y Rivaldo o la Argentina de Maradona, se trata de que obviamente no lo ha hecho.
Ojalá gane Perú, pero no cuesta tanto reconocer que si lo hace, no será porque haya conseguido un equipo de leyenda a la altura de los grandes equipos que Argentina o Brasil tuvieron en su día, sino porque estos han dejado de tenerlos.
No es un problema del color de la bandera, es un problema de realismo. Brasil y Argentina son las dos grandes potencias futbolísticas de América, y son las únicas que en la era moderna han conseguido montar selecciones competitivas que puedan enfrentarse con éxito a las europeas.
Estaría muy bien que otras naciones como Perú, Colombia o Venezuela pudieran alcanzar el nivel que en su día exhibieron brasileños y argentinos, pero es obvio que están bastante lejos de conseguirlo, y que lo que ha ocurrido en Iberoamérica no es que estas selecciones tradicionalmente menores se hayan convertido en superpotencias mundiales, sino que las dos selecciones americanas que solían serlo, han entrado en un largo periodo de mediocridad.