Iker Casillas, el ángel de 'El Santo'
Tanto por lo futbolístico como por lo que representa, el portero del Real Madrid ha de ser titular con la Selección Española en la Confecup
Lo habíamos visto muchas veces y tiene pinta de que aún restan unas cuantas más. Sí, lo había vuelto a hacer. Esta vez, ante Irlanda. El ‘1’ del Real Madrid, el ‘1’ de 'La Roja', el capitán del mejor club del siglo XX y de la mejor selección de la historia, aparecía y alcanzaba de nuevo lo que la mayoría apenas intentan.
Obrador de milagros de profesión, pese a un largo periodo sumido en un punzante letargo, reapareció al nivel que se le espera y exige. Habían pasado 135 días muy difíciles para el cancerbero. 135 días sin hacer lo que más le gusta, sin la adrenalina con la que lleva conviviendo toda una vida. 135 días, en definitiva, necesitado de un sorbito de agua en su travesía por un desierto que sólo le ha convidado a tormentas de arena.
El empecinamiento de aquellos que de la noche a la mañana pasaron a no ser capaces de ver más allá de la guerra civil en la que ha vivido instaurado el Real Madrid durante casi 3 temporadas (ya saben, José Mourinho vs Iker Casillas o, para ser más precisos, Mourinho vs el mundo entero) les llevará a un nuevo ademán de desprestigio del madrileño. Mas esos intentos les conducirán irremediablemente (como ya se empezó a atisbar desde España en la madrugada del martes al miércoles, en la que el portero se despidió de su inactividad) a un callejón sin salida. Las desmedidas críticas volverán a quedar atrapadas entre Casillas y la pared. Muy lejos de jactarse de tal circunstancia, el de Móstoles sabrá comportarse como más suele costar en estas situaciones. No esperen una voz más alta que otra. No. No es su estilo.
Volviendo a la madrugada del martes al miércoles en España, Casillas retornó con un par de esas paradas tan propias de él, tan ‘Made in Iker’. Sus detractores, insisto, señalarán que era un amistoso, que el rival no era el más temible, que si la abuela fuma, que si el perro se comió los deberes, que si bla, bla, bla. La realidad es que cuajó un gran partido y que, el hecho de que éste no fuera trascendental, no le resta un ápice de mérito. La inactividad que podría haber hecho mella en cualquiera, no encontró cobijo en Casillas. Lo hizo como siempre. Como en La Novena, cuando salió desde el banquillo para ser el héroe de aquella noche escocesa; como en la tanda de penaltis de cuartos de Corea y Japón 2002, que llevó a la Selección española a las semifinales; como en tantos y tantos otros partidos con el Real Madrid; como en la tanda de penaltis de la Euro 2008, contra Italia, cuando como selección éramos los pupas e Italia un ‘Coco’ que nos daba miedo y siempre tenía suerte; como en el penalti parado a Cardozo, en los cuartos del Mundial 2010, contra Paraguay; como en las dos inverosímiles paradas que le hizo a Robben en la final del ya citado Mundial; como el balón que sacó a bocajarro tras cabezazo de Rakitic en el último partido de la fase de grupos de la Euro 2012 y que, de haber entrado, hubiera puesto punto y final al concurso de La Roja en el torneo; como su gloriosa tanda de penaltis frente a Portugal en las semifinales de esa misma Eurocopa; como cien intervenciones claves más que quedan en el tintero de este texto, y como ciento una más que aún están por llegar y emocionar.
Porque Iker Casillas siempre está ahí. Casillas es de ésos a los que aprueban con un 4’9, la tostada no se le cae por la parte de la mermelada y nunca se les va un autobús en la cara. Casillas nunca ha llegado tarde, ni antes… llega justo, llega siempre. No es el mejor técnicamente, ni siquiera lo es en la parcela táctica, pero aparece cuando nadie más lo hace, como si fuera por arte de magia, como si de algo sobrenatural se tratara. Es el ángel de ‘El Santo’, que siempre está ahí.
Dejando de lado su eficiencia bajo palos y el hecho de que sea un símbolo para el fútbol español, lo cierto es que su principal competidor, Víctor Valdés, ha completado uno de los peores años que se le recuerdan y, pese a que nadie puede discutir su valía, arriba a la Confecup tras muchos altibajos en lo deportivo y en lo extradeportivo. Motivado por su situación contractual y por alguna lesión, la 2012-2013 ha sido, con 44, la que menos partidos ha disputado de las últimas cinco con su club. En la 2010-2011, cuando también se enfundó los guantes 44 veces, encajó 23 goles y dejó la portería a cero en 22 ocasiones. Este año, sin embargo, ha sufrido 54 goles y tan solo acabó imbatido 11 veces. Más aún: en la 2008-2009 (primer año de Guardiola), jugó 49 partidos, encajó 43 goles y no tuvo que recoger el balón de las redes en 19 partidos. Un año después, jugando 55 partidos, sufrió 37 goles y el equipo rival no vio puerta en 28 ocasiones. Por último, la pasada temporada disputó 49 duelos, recibiendo 42 goles y sin ser batido en 24 oportunidades (consiguió mantener la puerta a cero en nueve partidos consecutivos).
La calidad de Iker y Víctor prácticamente no tienen parangón, pero el segundo no llega en su mejor momento y el primero siempre llega, siempre está ahí. Tiene algo más que los demás. 'El Santo' tiene estrella, tiene ángel y debe ser titular en esta Confecup. Una apuesta sobre seguro.
http://www.goal.com/es-mx/news/4796/cop ... e-el-santo
