Yo no se porque nos preocupamos ahora por quien jugo mejor o en la actualidad quien juega mejor, los que mandan son los resultados y de esa epoca de la que hablan donde el Cruyff impuso un estilo hasta el dia de hoy, El Barsa que ha ganado?.
Es sencillo uno de los dos tiene que ganar o ninguno como la epoca del Valencia o La Coruña, a pesar de todo el Madrid ha ganado el doble de lo del Barsa y hasta mejor equipo del mundo ha sido llamado por un siglo.
No me interesa ver a un equipo que juegue bien pero que no rinda frutos, mejor prefiero un equipo ganador y sobre todo que me guste. La soberbia del Barca en querer compararse con el Madrid le hace olvidar que siempre seran segundones
A mí me gusta ver a un equipo jugar bien y ganar, pero no es lo mismo verlo en un equipo con futbolistas buenos, a verlo en un equipo con futbolistas que son unos privilegiados.
Por ejemplo, el Madrid de los galácticos si hubiese tenido ese esquema de juego, y los jugadores se hubiesen mentalizado de currar todos en el campo y defender todos, presionar todos cuando pierden el balón, y tener una mentalidad fortísima, probablemente y no exagero, hubiésemos asistido al mejor equipo de todos los tiempos y con una diferencia además sobre el resto descomunal, que no cabría ni debatir.
Ver a los Zidane, Figo, Beckham, Roberto Carlos, Ronaldo, Guti ir a todos en la misma dirección, y sumando su calidad técnica una mentalidad ganadora y trabajadora, ese espectáculo sería impresionante y esa tárea corresponde, aparte de a los jugadores, sobre todo al entrenador, que no haga distinciones y trate a todos por igual, que tenga la suficiente personalidad como para apartar del equipo a quien haga falta, y que ese jugador apartado se dé cuenta de que sus compañeros reman todos en la misma dirección, y que, si él quiere, y hace las cosas bien, está participando en algo muy grande para la historia del fútbol y que tiene 2 opciones: Forrarse de pasta y pasar a la historia como un súperclase en todos los sentidos, o forrarse y que la gente diga lo grande que pudo haber sido y nunca fue por su mala cabeza, y ahí estriba la diferencia entre los grandes de verdad.