Los que he resaltado son las únicos enfrentamientos que como madridista me interesan, los otros eventos ni me van ni me vienen lo que haga el topo en ellos, por cierto faltó mencionar las copas confederaciones que aunque para mi y para otros tienen el mismo valor que por ejemplo tienen los cursos de peluquería, de manipulador de alimentos y de inglés básico que inundan muchísimos currículos, si se hubiesen ganado las casillada no dudaría enarbolarlos con orgullo pero como el resultado fue negativo pues prefieren hacer como el zorro y las uvas.zunderlips28 escribió:Contra el Atletico, en finales de Copa de Europa, en eliminatorias decisivas de Copa de Europa, en mundials, en Eurocopas, en finales de mundial etc etcAlyosha escribió:jotaceen escribió:no puede confiarse solamente a la flor en el culo que tiene cuando se enfrenta al Atlético.
Demasiadas flores no? Parece un jardín. Es lo que tiene ser uno de los 5 mejores porteros de la historia del fútbol.
Parece que fue ayer cuando soportó el asedio de John Carew y aquel Rosenborg correoso en Trodheim camino de LA OCTAVA...
Qué grande Don Iker Casillas!
También hecho en falta la mención de las ocho eliminaciones en octavos de las Champions en las que casillas ha sido también participe.
Si, me he quedado corto no es una flor en el culo pero tampoco un jardín, mejor lo dejo en florero aunque muchas veces esas flores se han puesto mustias por la dejadez y la falta de cuidado de "Don iker casillas"; que interesante, algunos lo tratan con el mismo tratamiento diferencial con el que otros tratan a Don Vito Corleone, será porque ambos comparten algunos métodos para mantenerse en su posición; que raro que se le de tan mal la jardinería cuando tienen un coleguita que se le da muy bien ese oficio.
En fín, así que como dije no puede depender ante el Atlético solo del florero en el culo, necesita ración extra de jugadas a balón parada y de parar penalties, ambas cosas donde el Atlético y Courtois son superiores, el gol que le metieron en el partido del Valladolid debe servirle de recordatorio de algo que no debe pasar en el partido de Lisboa.