Gran artículo...no tiene desperdicio...
Iker Casillas parece negado a aceptar su momento. Sus amigos de la Prensa, los que le corean el nombre cada vez que para en dos tiempos un balón disparado al centro, le ciegan en sus columnas y titulares que pueda advertir que su carrera esta en su ocaso. Malos amigos a los que si Iker, si les dejara de dar juego, no dudarían en negarle el pan y la sal y en sumarse al carro de los que queremos lo mejor para el Real Madrid y no para un solo jugador.
Iker Casillas no solo se niega a abandonar la titularidad, la cual evidentemente ya no merece, sino que además se niega a aceptar sus propios fallos. Ante el Atlético de nuevo se volvió a poner en liza la poca fiabilidad de Iker a la salida de un corner. Un balón botado mínimamente bien al primer palo que alcance rematador es gol en un 85% de las ocasiones. En el 15% restante simplemente el rematador no esta acertado. No es una cuestión de demagogia estadística. Es una cuestión de que Iker hace la estatua en todos esos balones. ¿Y si sale?
¡Ay, Dios mío, si sale! Si sale, lo hace con tal desacierto que llega a ser hasta cómico. Lo peor no es este asunto. Lo peor es verle recriminar con vehemencia a sus defensas que permiten que un jugador remate en el área pequeña. Recuerdo que me comentaba una persona cercana a mi, que trabajó décadas en Televisión Española, que Sarita Montiel, cuando estaba absolutamente acabada y vivía de exclusivas absurdas, revisaba y cada entrevista que le hacían y en ocasiones obligaba a repetirla con una media en el objetivo. Porque decía que esas cámara modernas no la sacaban bien. Todo por negar la evidencia de que el paso de los años había hecho estragos en el hermoso rostro de aquella diva que cautivaba galanes por doquier.
Lo mismo le ha pasado a Casillas. Verle hacer la estatua en los corners (que ni en su mejor momento fueron su fuerte) cuando antes volaba de palo a palo para sacar un balón. Verle media estirada con una lentitud impropia de aquel que denominamos el santo y que eche la culpa a sus compañeros es comparable a las excentricidades de Sarita Montiel. Aquellos tiempos de reflejos imposibles simplemente pasaron. Se redujeron a la tertulia de cuatro viejos hablando de la belleza de Marilyn, de Raquel Welch o de la propia Sarita Montiel. Abrazados con abnegación a la figura de lo que fue. Y utilizando como pobre argumento aquello de "Con lo que nos ha dado".
El Bernabéu es posiblemente el estadio más frívolo del mundo. Pero con una exigencia absolutamente brutal e incapaz de casarse con nadie se llame como se llame. La evidencia empieza a resultar alarmante. Y los pitos y recriminaciones que ya llevan escuchándose mucho tiempo por la Castellana cada vez son mas audibles. Y por mucho que Deportes Cuatro se empeñe en hacer entrevistas a autobuses de peñas de todas las provincias de España, que vienen eufóricas a ver a su Madrid. Y que si le dicen “¿Qué te parece que el próximo partido juegue Secretario?” Dirán “¡Fenomenal! ¡Hala Madrid! ¡El mejor! ¡Ole, Ole, Ole!” Por mucho que Relaño y su campaña mediática por hacerse algún día con el control del Real Madrid, se empeñe en publicar estadísticas manipuladas en las que Iker sería titular aunque el Madrid presentara mañana a Manuel Neuer. Por mucho que nos quieran callar a todos los que queremos que Iker se aparte del arco del Bernabéu, no por un tema personal, sino porque simplemente Casillas ya no esta al nivel que exige esa portería. Por mucho que se invente, el Bernabéu es soberano y empieza a hartarse de que Casillas siga ocupando la portería por decreto.
Decía que el problema de Casillas era que Diego López se llevaba mejor con Vecchi. Como también se llevaba mejor con Mourinho. O se ve que también en su día se llevaba mejor con Capello, que opinaban que Diego era mejor que Iker porque era mas completo. Así que le quitaron a Diego. Y Ancelotti en vista de que su presidente había sido capaz de desoír su consejo para que Casillas volviera a ser titular, no dudo en devolverle al mostoleño la titularidad. El miedo de Ancelotti le esta saliendo caro al Real Madrid. Y Casillas sigue con el monopolio de una portería que cada vez se le hace más grande.
En otro orden de cosas y siguiendo con este Síndrome de Sara Montiel, encontramos a Benzema. La diferencia entre Casillas y Benzema esta en el modo de expresar su defensa. En uno es "Con lo que nos ha dado". El otro es "pero tiene mucha calidad". Una zarandaja absurda. Un paño caliente que solo sirve para verle hacer recortes en la banda y luego pifiar un uno contra uno claro que podía haber cambiado el rumbo del partido. Jugamos contra el Atleti con falso 9, con falso portero y con falso entrenador. Ancelotti esta empecinado en colocar todos los juguetes del presi en el once. Al salir de Anoeta dijo "algo va a cambiar". Y el único cambio que vi es que el Madrid jugo de blanco en lugar de jugar de rosa. No se si Chicharito aportará más, pero yendo por detrás del Eibar en la clasificación es el momento de empezar a hacer probaturas y cambios radicales. Es el momento de aceptar nuestros errores. De aceptar el paso del tiempo para unos, la ineptitud de otros y tratar de quitar la media del objetivo para ver la realidad tal como es. Es la única cura. El cambio. Pero para eso el primer paso es conocer nuestra enfermedad. Eso es lo complicado. Y solo el Bernabéu es el que puede hacer aceptar a los que están ahí que nuestra solución pasa por su gallardía.
Soymadridista.com