![Muy Feliz :D](./images/smilies/icon_e_biggrin.gif)
Yo ahora mismo tengo dos gatos cogidos de la calle de muy pequeños, Iris y Pulga. El macho, Pulga, lo conocimos a través de una campaña de facebook porque una chica se había encontrado a un bebé con la pata rota por 3 partes en un cubo de basura. Participamos en la recaudación de dinero para la operación y como en el pueblo de la chica no había veterinario cuando finalmente tuvimos los fondos hicimos la operación y post operatorio en el veterinario cercano a mi casa. En un principio pensaba quedarme el gatito solo hasta que se recuperase pero fue tan bueno y cariñoso desde el principio que al tercer día ya sabía que no me desprendería de él, pese a lo poco amistosa que es Iris. Un gato estupendo y una gran compañía. Ambos hemos tenido suerte de encontrarnos.
Además de los mininos propios, voy a echar de comer a algunas pequeñas colonias de gatos que hay a un kilómetro de casa, les doy un par de veces por semana y de noche a ser posible, porque al estar cerca de viviendas podría tener movidas con los propietarios, ya un día uno se me quedó mirando con cara de pocos amigos.
Paso el invierno en un piso a pie de playa en una zona aislada de la ciudad y de vez en cuando vemos a perros abandonados o algunos gatos por ahí y todo lo que se pueda hacer para ayudarles es poco. Una historia muy entrañable es la de una perra de caza que lleva casi tres años ya viviendo en el jardín frente a mi piso porque un día le di de comer en una gasolinera cercana (deambulaba carretera arriba, carretera abajo) y me siguió a mi urbanización. Por suerte mi urbanización es tranquila y apenas somos 4 familias en toda la manzana así que en invierno la perra está como en su hogar, la alimentamos un par de vecinos y vive feliz en libertad. Solo en verano hay problemas con los que vienen de vacaciones que se escandalizan de que haya un perro suelto ahí y en más de una ocasión he tenido broncas con ellos y hasta una vez tuve que espantar a los de la perrera municipal, proque alguien les había llamado. Afortunadamente hay calma chicha últimamente y nos espera un invierno sin sobresaltos.