degas escribió:Melo Merezco escribió:
En otros lugares, muy inspiradores para algún que otro aspirante a presidente, hacen esto:
Maduro se prepara para invertir más en propaganda a pesar de la crisis. El Gobierno venezolano inyectará hasta 500 millones en los medios estatales.
http://internacional.elpais.com/interna ... 63976.html
Con un poco de suerte pronto lo tendremos aquí

¿Pero Maduro gobierna en España? Qué pesados estáis con Venezuela, no es el paraíso pero es como si pongo por ejemplo no sé, Bangladesh o Vietnam. Y decís que todo va mal en Venezuela, yo me pregunto, si va tan mal cómo es posible que las cifras de paro sean inferiores que aquí?
degas escribió:Por cierto, si el 96% de la divisa de Venezuela es el petróleo y este está en mínimos históricos, digo yo que algo tendrá que ver. Y a mí Venezuela me da igual, lo que me parece increíble es que os penséis que esto va a ser un corralillo de comunistas nazis.

Se insiste con Venezuela porque las filias del partido sobre el que se debate se decantan descaradamente hacia ese modelo de gestión, hacia ese país en concreto. No es que algunos nos pongamos pesados con Venezuela, es que a Pablo Iglesias se le ha llenado la boca tantas veces hablando de lo bien que se vive allí y de lo gran dirigente que era el gorila, que es algo a tener muy en cuenta. Queda bien claro, por tanto, quien es el que se ha puesto pesado con Venezuela.
Por otra parte, tú mismo te contestas, ya que por un lado te quejas de que me refiera a ese país, como si para los que le seguís el rollo al coletas no fuera algo relevante, y luego gastas tres líneas en excusarlo y suavizar el desastre que se vive allí, y del que incluso aquí en el foro hemos sido testigos directos con testimonios de gente que le ha tocado vivir allí y nos alarma sobre lo desesperado de la situación y todo lo que le recuerda el sujeto que nos ocupa a determinados líderes revolucionarios. No hay más ciego que el que no quiere ver. Basta con estar al día de lo que ocurre en el mundo o escuchar a gente que ha estado por allí y lo cuenta por la televisión, aunque bueno, para eliminar el fantasma de la manipulación hemos tenido el privilegio de leerlo todos aquí, a pelo.
A ti igual te hace gracia oír decir que Pablito considera no democráticos a los medios privados, o que a le va a retirar el dinero público a colegios concertados, pero si fueras un periodista, un profesor, o una señora de la limpieza de Canal Blablabla o del colegio San Blablabla, igual no te hacía tanta gracia. No creo que tampoco te hiciera reírte de los peces de colores que se pretenda nacionalizar sectores estratégicos, con lo amplio que es ese término, si fueras propietario o accionista de alguna empresa que pudiera ser expropiada.
Igual te causa unas ganas irrefrenables de poner muñequitos que se ríen después de ver cómo un aspirante a presidente insulta en televisión a un periodista, o toma nota de quien hace qué preguntas, o pierde los papeles si la pregunta no es de su agrado. O verlo de compadreo con asesinos. A mi no.
Es que no creo siquiera que te debiera hacer gracia, como ciudadano de a pie que se libre directamente (indirectamente todos lo acabaríamos pagando) de las a aciones más radicales de estos sujetos que ven propaganda en el Rey León, el hecho de tirarle un órdago al núcleo fuerte de Europa amenazando con el impago de una deuda que entre otras cosas ha sido fruto de la lamentable gestión de nuestro país. O que pretenda ahuyentar a inversores subiendo los impuestos.
Es preocupante lo que se está frivolizando acerca de este tipo, no me quiero ni imaginar lo que habría que aguantar de ellos si aquí le diera por salir a un extremista de derechas que dijera que iba a expulsar a todos los inmigrantes, iba a meter religión obligatoria en los planes de estudios, a privatizar la sanidad, mientras insultaba de plató en plató y de mitin en mitin a periodistas y rivales.
Ese partido es gaseosa, pura fantasía, al igual que los griegos, que hoy nombran de ministro de economía, como no, a un profesor. Otro al que le cuadran todas las cuentas entre las cuatro paredes de su aula, mientras las alumnas aventajadas le ponen morritos. Allí las teorías funcionan como un tiro, oyes, subes de aquí, quitas de allá y ¡ale hop! Se acabó la crisis. A diferencia de los países más competentes que cuentan con gente que proviene del mundo ultrarrealista de la empresa, donde incluso las buenas ideas y actitudes fracasan. Profesores que dicen, como el gran profesor Pablo Iglesias, que la bandera nacional es franquista, cuando data de 1785, o que el himno de nuestro país es una pachanga cutre fachosa, teniendo siglos también. Ese es el nivel.
Para colmo metidos en chanchullos, de lo único de lo que PODÍAN presumir ahora parece que se ha quedado en nada.