Asalto a la Liga
Día grande en el Bernabéu, con ambiente de final, de jornada decisiva. Había llegado el momento de medir a los buenos jugadores y descubrir el verdadero nivel de los equipos. De alimentar sueños de campeón o pedir cita con el psicólogo para intentar salir de la depresión. Al grupo de los buenos conjuntos pertenece el Sevilla y al de los grandísimos futbolistas Guti.
El Sevilla es un conjunto bien construido, sólido, con personalidad, al que no le asusta ni el rival ni el escenario. Tiene ante sí el reto de cerrar el curso con tres títulos y no está dispuesto a renunciar a ninguno de ellos. Clasificado para la final de la Copa de la UEFA y con medio billete sacado para la final de la Copa del Rey, en la Liga no ha dicho su última palabra.
Juande Ramos, el técnico que dirige esta afinadísima orquesta, repitió la maniobra que utilizó para eliminar a Osasuna en UEFA y dejó toda la banda derecha para Daniel Alves, quizá el mejor lateral del mundo, y que recibió el apoyo de Renato. Entregó el mediocentro a Maresca y Poulsen, talento y orden, anarquía y criterio, imaginación y sentido táctico. Puerta, por la izquierda, dio muchísima profundidad y amargó a Cicinho y en el ataque aparecieron el rápido y móvil Kerzhakov y Kanouté, una pesadilla para cualquier central. Un conjunto equilibrado, sin fisuras aparentes.
Durante la semana, Capello ha seguido inculcando a sus futbolistas la mentalidad de tomar cada partido como el último y se mostró satisfecho de la respuesta que le están dando en los dos últimos meses de campeonato.
fuente: as.com