No sabia si ponerlo en el hilo de Cristiano o aqui...
El día que Cristiano pareció Arbeloa
Cuando Benítez, en su afán por convertir el jamón ibérico en jamón de york, quitó a Benzema y no a Cristiano, en el Calderón se produjo una reacción curiosa: la afición del Atleti se alegró como si volviese a entrar Arbeloa. Uno de mis vecinos de grada, cuya rutina en los partidos consiste en fumarse un puro y gritar «Juanfran, selección» cada 10 minutos, esté o no esté el lateral cerca de la pelota, se salió del papel y sentenció: «No ha tenido cojones». Y era cierto. No los tuvo.Pero cuesta culpar a Benítez de una situación en la que el primer perjudicado es él, forzado a mantener en la banda a un Cristiano al que le encantaría colocar de nueve. Pero él no quiere y punto. Hace tiempo que las grandes estrellas saben que ganarían cualquier pulso con sus entrenadores y lo aprovechan. Luis Enrique aprendió pronto que con Messi no se bromea y hasta Simeone, el técnico con más seguridad laboral de Primera, abusa de los cambios políticos. No nos engañemos: nadie se juega el trabajo en una guerra que sabe que va a perder y los clubes siempre (sí, siempre) respaldan al futbolista. Por lo que la responsabilidad de medir y ceder recae en el jugador. Y ahí, Cristiano está fallando. Estrepitosamente.Tan absurdo sería negar la magnitud del futbolista (enorme) como su resistencia (¿incapacidad?) a asumir el paso del tiempo. Sigue siendo un goleador letal, pero cada vez asusta menos en campo abierto. Y él no lo acepta, como se vio en dos contras en superioridad donde ni se le pasó por la cabeza asistir a un socio: yo, yo, yo y agua. Si es cualquier otro, compañeros y entrenador se lo comen, pero... Por ahí se le escapó gran parte del derbi al Madrid.Y pocas cosas (excepto un gol de Jackson) habrían hecho más feliz al Manzanares. Porque el Madrid ha logrado llenar el equipo de jugadores difícilmente odiables. Es imposible no admirar a Modric, a James o a Kroos, pese al castigo al que le someten colocándole casi siempre fuera de sitio. Luego está Benzema, que no es un delantero, es una filosofía: sé tú mismo y al que no le guste, se equivoca. Hasta Ramos se ha convertido en un cuñado entrañable siempre que no se venga arriba.Por suerte para los atléticos, el Madrid, como las huelgas de transporte, presta unos servicios mínimos de villanía: Cristiano y Arbeloa. Antes, al segundo se le pitaba con sorna y al primero, con miedo. El domingo se vivió un cachondeo doble en el Calderón y eso es algo que un futbolista del calibre del portugués no puede permitir. En su mano está frenarlo. Tampoco hay prisa...
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