Krana escribió:Os parecerá una chorrada y una ñoñería pero... es mi opinión y para eso me registré, para opinar.
A esta persona le afecta muchísimo el entorno. Tiene unas carencias afectivas del copón. El maltrato de la grada aunque se suponga que va implícito en el contrato y en la millonada le bloquea y le hace polvo.
Aquí viene cuando la grada decide si sólo quiere hombres de acero que aguanten de todo o si se va dando cuenta de que los once tíos que están en la hierba son personas con sentimientos.
Puedo estar más o menos de acuerdo, pero siguiendo tu razonamiento creo que la afición del Bernabéu tampoco exige tanto. Por aquí han estado jugadores que sin ser unos prodigios técnicos o estrellas en su posición eran muy queridos por su actitud y por tener un mínimo de calidad técnica (Makelele, Higuaín, Raúl, Salgado, Callejón, Solari, o ahora L.Vázquez).
La calidad técnica la tiene de sobra, lo que se le reprocha es su falta de actitud.
Con un poco de actitud que tuviera la gente le apoyaría más, pero hay un descontento acumulado de hace años con su indolencia en el campo, con su egoísmo, sus caprichos, su falta de juego en equipo y su falta de sacrificio.Hay gente como yo que se cansó hace años, y otros se están empezando a cansar ahora porque se están empezando a dar cuenta de que los 50 goles contra equipos tipo Málaga, Malmoe, Rayo, Éibar, etc. de nada sirven si en los partidos gordos no se va de nadie, no presiona, no se ofrece, no tira del carro..
Gente como Guti, Robinho, Zidane, Beckham, Ozil, Di María, defendían a pesar de ser estrellas también. El único jugador que recuerdo que no hiciese nada durante el partido a nivel defensivo era el otro Ronaldo, el brasileño, y ni qué decir tiene que el portugués no es tan resolutivo que el brasileño, que el físico de Cristiano le permite defender mucho más que el de Ronaldo, y que los tiempos futbólísticos eran distintos (en aquella época valía con defender con 6 para ganar partidos, hoy ya no).
Así que no, el problema no es de la afición, sino de Ronaldo, lo que pasa es que se cabrea porque ve que se le acaban los privilegios, que se ha destapado su mediocridad futbolística, y que la afición empieza a ser más madura en cuanto al fútbol se trata, y a entender que las Botas de Oro no justifican que un jugador no esté comprometido, no juegue en equipo, no defienda, no demuestre humilidad y valor por el escudo, etc.