Apostata escribió:Ya, vamos, que te cae mal y toda la mierda que le puedas echar encima, se la echas, sea futbolístia o extrafutbolística.
No es una cuestión de filias y fobias. No estás hablando con un ultra o un forofo sin criterio. ¿A ti te gusta ver a la gente aplaudiendo a la Pantoja o Julián Muñoz a su salida de la cárcel? ¿O a Messi siendo vitoreado después de condenado? A mi me abochorna. Como a muchos alemanes les produce arcadas el trato que recibe Uli Hoeness en Baviera.
El fútbol no es una prioridad en mi vida, el tiempo de Raúl ha pasado. Como futbolista, una de las figuras más importantes de la historia del Real Madrid. Y ya está. Yo no lo conozco personalmente, y tampoco tengo mayor interés en hacerlo. Pero no voy a negarte que los tiempos de Lorenzo Sanz y Calderón me producían vergüenza ajena, con independencia de que me alegrara por los éxitos deportivos y disfrutara con ellos.
Creo que se idolatra a meros deportistas por meros éxitos deportivos durante su etapa de práctica deportiva y una vez dejan el deporte se nos olvida que son personas con obligaciones, sometidas a las mismas leyes que el resto de la gente y que, incluso, por su relevancia pública (que en muchos casos les sigue dando de comer), debieran ser más cuidadosos con sus obligaciones fiscales y frente a terceros.
Yo no voy a exigir a los demás lo que no exijo en mi casa. Y si el sr. González Blanco resulta condenado, hasta que no cumpla su condena de forma íntegra no debería pertenecer a la nómina del club. Y si se llamara Fernando Hierro, Francisco Gento o Amancio Amaro, o Fernández-Tapias, exactamente igual.
PD: ¿Sálvame Deluxe? A veces exiges seriedad en la argumentación de las discusiones al resto de foreros, pero no sé porque razón, hoy no es el caso. La situación de las empresas de Raúl es de conocimiento público, ahí está el Registro Mercantil y los autos judiciales. Yo no estoy chachareando.
Y si a ti te parece bien asumir el riesgo de que la imagen del Real Madrid se pueda ver salpicada, oye, es tu opinión. Pero no trates de desmerecer la de los demás invocando basura televisiva.