Apostata escribió:
Que los católicos acérrimos y la gente más carca de este país, acusen al Islam de los mismos delitos que ellos cometieron durante siglos y que, lejos de reconcerlos, se atribuyan el mérito moral de la sociedad que hoy somos (o queremos ser) cuando costó siglos de guerras y revoluciones conseguir que la iglesia se alejara del poder y dejara de imponer sus dogmas en contra de la libertad y la igualdad de los ciudadanos.
No hace tantos siglos, compañero.
Juan Pablo II fue el papa de los ricos y de los poderosos, el gran demagogo, el que descabezó de forma sistemática a la iglesia de los pobres, el que calló secretos financieros escandalosos, el que pobló los altares de santas y santos de pacotilla, el que se embarcó en una cruzada anticomunista en la que hizo tratos con la CIA, el MI6 británico y los servicios secretos búlgaros, el que cubrió con un manto de dólares las tropelías de los sacerdotes pedófilos en Estados Unidos durante los años 90. El que convirtió el Año Santo del Milenio en un verdadero supermercado de ofertas. Juan Pablo II fue el papa que vació de fieles las iglesias europeas y latinoamericanas, fue el que negoció con el cardenal Marcinkus la salida menos onerosa para la quiebra del Banco Ambrosiano, fue el que peregrinó de forma incesante por el mundo convirtiendo sus misas campales en espectáculos políticos y en shows mediáticos globales. Fue un papa nefasto para la vida espiritual de millones de católicos.
Y eso fue hace cuatro días.