El abisinio escribió:Apostata escribió:
También hay gente a la que le gusta enseñar la polla, pero a lo mejor no queda bien contratarlos para que adornen certámenes de Numismática o de Colombofilia.
Lo que me chirría es un cierto proselitismo evangelizador que decide lo que queda bien o lo que queda mal. Infantiliza a la mujer.
Hombre, presentar a una mujer hermosa chorreando de gozo porque un tío ha ganado una carrera, o porque tiene no sé qué coche, o porque usa no sé qué perfume, tampoco es que presente una imagen muy madura de la mujer.
¿Que las azafatas o las actrices lo hacen porque quieren?, claro, faltaría más. Ahora te pongo yo el ejemplo de que hagan un programa de televisión en el que contraten a una docena de murcianos, que les paguen adecuadamente, y que en el programa se dedique a dar una imagen de que un murciano es un cretino que no sabe hablar y que sólo piensa en llenarse la panza. Y luego imagínate que ya no es un programa, que la televisión entera se llena de programas y anuncios en los que salen murcianos haciendo el ridículo y zampando como si no hubiera mañana. ¿Tú crees que se podría argumentar que los murcianos que salen en la tele es porque quieren y que se ganan la vida con ello, o quizá se cabrearían un poco en Murcia con que se de una imagen pública de que el murciano es una especie de gilipollas tragón?
En los medios se llevan décadas ofreciendo la imagen de una mujer florero, medio idiota, que se deja seducir por un tío que va en moto, que tiene no se qué coche o que usa no se qué perfume. No estamos hablando de programas específicamente eróticos en los que se vende sexo y dónde sería normal que una mujer cobrase por enseñar sus encantos, estamos hablando de programas en los que se habla de deportes, de música, de política, concursos, cosas que en principio no tienen nada que ver con el sexo, y como reclamo invariable sale una linda muñequita muy seducible que lee los tweets, le pone un paraguas o le planta dos besos a un machote, y en general revolotea por un mundo ajeno al sexo con una actitud puramente provocativa y sensual completamente fuera de contexto... hombre, prohibirlo no, pero tener la libertad de expresión para decir públicamente que a ellas las están tratando como si sólo tuvieran una función en la vida y que a nosotros nos están tratando de babosos mononeuronales, pues sí, hay que decirlo y muy claramente.