Rafa Nadal debutó con una convincente victoria sobre Richard Gasquet.
Muchas dudas habían surgido en la previa respecto al duelo de Rafa Nadal y Richard Gasquet. Los dos alejados de las pistas alrededor de dos meses por circunstancias diferentes -el español por la tendinitis de sus rodillas y el francés al cumplir una sanción por dopaje por consumo de cocaína-, eran toda una incógnita cómo reaccionarían en la primera ronda de un Grand Slam. Ninguno de los dos defraudó, pero la victoria fue para Nadal por un marcador global de 6-2, 6-2 y 6-3 tras una hora y cuarenta minutos de juego.
La pista central del Centro Nacional de Tenis Billie Jean King, la Arthur Ashe, se llenó para la ocasión. Cuando Nadal apareció en pista con su polo amarillo, se llevó la gran ovación del respetable, que sabe que es necesario tener al el número 3 del mundo al 100% de sus posibilidades para que haya verdadera competencia en el circuito. El balear aún no está en esas cotas, pero poco a poco se acerca a ellas. Nadal se exhibió en el primer set. Comenzó enchufado, logró pronto romper el servicio de un irregular Gasquet, movió y supo ser movido, aguantó desde el fondo de la pista y definió cuando tuvo ocasión, dibujó buenos números al servicio y excepcionales al resto. En sólo 34 minutos de juego, el primer parcial ya estaba en la nómina del español.
El segundo set fue más disputado mientras Gasquet aguantó el ritmo; cuando levantó el pie del acelerador, el francés vio como Nadal se sentía cómodo, tomaba la iniciativa y empezaba a hacer de las suyas. El balear, con gesto serio y concentrado -factor que se autocriticó en Toronto y Cincinnati-, probó su derecha, su revés, sus globos y sus dejadas. ¿El resultado? Breaks en el sexto y octavo juego y el segundo set a la buchaca. Nadal seguía dejando algo más que sensaciones. No le daba miedo correr a por la pelota, forzando su maquinaria cuando tenía opciones al resto. El desequilibrio en el tercer set llegó en el siempre clave octavo juego, cuando Nadal rompió el saque de Gasquet, finiquitando a continuación el partido con su servicio poco después de la hora y media de juego.
Que te toque en primera ronda de un 'grande' un hueso tan duro de roer como Richard Gasquet, tiene su lado bueno y su lado malo. El negativo, que la falta de ritmo y de adaptación -en el caso de Nadal esto se agrava al haber estado tiempo fuera de la competición- te pueden jugar una mala pasada e irte a casa a las primeras de cambio; el positivo, que una victoria contundente te puede dar la moral necesaria para afrontar el resto del torneo crecido. De momento, en segunda ronda Rafa tendrá que verse las caras con el alemán Nicolas Kiefer, que se deshizo del francés Michael llodrá en tres mangas (6-3, 6-4, 6-4). Nadal y Kiefer, números 3 y 129 del ranking ATP, se han medido en cuatro ocasiones hasta la fecha, todas ellas el año pasado (Miami, Copa Davis, Wimbledon y Canadá), siempre con victoria para el español. ¡Que siga la racha!
Creo q es el sentir d la mayoria d sus adeptos,NADAL volvera,y creo q lo hara pronto 
