Es que yo creo que el "látigo" no es una cosa que deba ser impuesta por el entrenador, sino por el club.Apostata escribió:El látigo, en el fútbol de élite del siglo XXI, te lo meten los futbolistas y los agentes en el culo.
El fútbol se ha convertido en lo que se ha convertido y, ojo, la culpa la hemos tenido todos.
No va por vosotros, pero muchas veces me hace gracia ver hablando de disciplina y mano dura, a las mismas personas que tiempo atrás decían que a Mbappé había que ficharle por 300 si hacía falta, y darle lo que pida, o que se llevaban las manos a la cabeza porque no se renovaba a Isco, al precio que fuese, o justificaban que Morata o Kovacic se largaran si no se les garantizaba que iban a tener minutos. Y ya no digo nada de los que pensaban que a Cristiano había que darle lo que pedía para los próximos 4 o 5 años.
En fin, nosotros somos los primeros que creamos monstruos. Queremos el cromo a toda costa, los inflamos cuando llegan, nos ponemos a sus pies, y cuando llevan 4 o 5 años, nos cansamos y queremos que los echen, los llamamos millonarios, estrellitas, aburguesados... mientras, por otro lado, empezamos a exigir que se blinde y se vista de oro a los que vienen detrás.
¿Aquí cuantos se arrepienten de haber solicitado la renovación al alza de Isco o de haber dicho que no había que traer a nadie que tapase a Asensio? ¿Cuantos se van a arrepentir en unos años de haber urgido a la contratación de Ceballos para ya con el fin de que no se lo quedara el barsa? Ni dios. Los insultarán, los llamarán de todo, pedirán que se les rescindan las renovaciones multimillonarias que ellos mismos aplaudieron, y empezaran a pedir nuevas bajadas de pantalones e hipotecas indefinidas con los siguientes de la lista.
Me explico.
Si el entrenador es quien debe gritar al jugador, porque no baja a defender, algo estás haciendo mal como entidad. Bien porque has contratado a alguien que no cumple el perfil necesitado, o bien porque no le has dado la autoridad o herramientas para realizar su trabajo.
No hace falta ponerse como un ogro, ni tampoco vigilar a los jugadores por si salen de fiesta. Planificas unos entrenamientos, un estado físico semanal, realizas pesajes y quien no los cumpla, no juega. Así de sencillo.
Si eres "joven" y hay que entender que te gusta salir de fiesta, de lunes a viernes, no hay problema chico, si luego a las 8:00 (aunque los entrenamientos deberían ser a las 7:00, pero ese es otro tema) cumples todo el plan de trabajo sin desmayarte, enhorabuena. Ahora, si te caes redondo a los 30 minutos de sesión pues ya sabes cuál es el problema, y no es el entrenador.
Y así podemos seguir con muchas tareas, por ejemplo, lanzadores de faltas. ¿Qué es eso de que los jugadores se pongan como niños pequeños a disputarse los lanzamientos?. En la semana, al finalizar el entreno, sesión de lanzamiento de faltas y penaltis para quienes se apunten. El máximo anotador tira el primero y el segundo como premio, y a partir de ahí el segundo mejor lanza el tercero, etc.
¿Hace falta discutir?, no. Es algo transparente para todos, el mejor tira. Si quieres tirar más faltas, te puedes quedar después del entreno a mejorar y a lo mejor así consigues mejores registros y por tanto oportunidades.
Ahora bien, si "no puedes hacer nada, porque los jugadores valen mucho dinero y blablablá" pues ya sabes lo que te toca...lo que estamos viendo.