Podrías escribir un libro. Sin ánimo de lucro, claro.asher escribió:Yo soy de quienes nunca vota, en principio, no confío en los partidos ni en la política, ni confío en el estado para administrar mi vida ; soy lo más parecido a un anarquista de derechas mezclado con liberalismo económico y conservadurismo en patrimonio y valores. Podría votar en tres países distintos, por cosas de mi legado familiar y de mi itinerario personal, pero he podido pasar muchos años sin ir a las urnas. Como ya he mencionado, voté al PP cuando Aznar ganó por primera vez pero su complejo con Pujol y contra Vidal Quadras me alejó. Sí he estado en la parte baja de listas electorales del PP en el País Vasco, durante los años de plomo, en solidaridad con las víctimas del terrorismo, asesinados o amenazados por los ahora amigos de Podemos y por los ahora aliados objetivos del estornudo Schz. Sí, para los más jóvenes, eran años durante los cuales el PP no alcanzaba a completar las listas municipales, entre otras, y necesitaba a voluntarios viviendo afuera... Luego estuve en la movida de 2005 con la plataforma cívica Ciutadans, de la mano de un escritor argentino radicado en Barcelona, ahora fallecido, y que algunos en el foro quizás puedan identificar. Hasta estuve en la fundación de Ciutadans como partido, al año siguiente, si bien mi paso por aquel proyecto fue efímero pues el pijismo postmoderno en lo que se convirtió aquello no iba conmigo. Todo esto sin vivir de forma permanente en España, pues por mi trabajo andaba en otros derroteros. Pero ahora he votado, obviamente a VOX. ¿Por qué? porque España se está yendo al caralho y es necesaria una reacción ciudadana. Las mal llamadas élites no han asumido sus responsabilidades frente al separatismo y al rojerío, unidos por su odio contra España y contra todo lo que en occidente encarna la libertad. El PP es co responsable de este desastre que a punto estuvo de romper a la Nación hace unos meses en Cataluña, la tierra de mis antepasados, en la que nací y en la que me crié. Los partidos, incluido VOX (que no es exactamente un partido sino un movimiento cívico) no son, como tales, dignos de confianza ni ayer ni hoy ni mañana. Es como el estado, son trastos que pueden servir con la condición de que estén bajo el control permanente de la gente, esa "calle" que ahora la izquierda desprecia porque tiene miedo a lo que pueda pasar mañana. Son meros utensilios de cocina, hay que usarlos mientras sirvan y no titubear en tirarlos a la basura cuando dejen de ser útiles. Lo importante es la Nación, es decir el conjunto legal y ordenado de ciudadanos libres e iguales, al servicio de las libertades individuales junto con la fidelidad a lo bueno que nos dejaron los mayores, nuestra identidad, nuestras costumbres, nuestros valores. Si mañana pierde VOX y sigue el traidor Sánchez de la mano de etarras y bolivarianos, se habrá perdido una batalla, pero la guerra sigue. Si mañana VOX da un sorpasso, será el principio de una esperanza de regeneración. Sólo el principio.