En la tarde del sábado 1 de octubre de 2016 los partidarios de Pedro Sánchez fueron sorprendidos escondidos detrás de una cortina, votando en una urna que nadie sabe de dónde había salido ni qué tenía dentro, durante el Comité Federal de un PSOE roto por los intentos de su Secretario General de pactar con podemitas, independentistas y proetarras, para ser investido Presidente. Los gritos de “pucherazo” se escucharon entre lágrimas e insultos de unos militantes socialistas que no se podían creer lo que estaba ocurriendo. Sin ningún control, sin reglas, sin censo, sin urna verificada, sin interventor y tras un panel blanco, los pedristas intentaban convocar de forma secreta un Congreso extraordinario exprés. A Sánchez no le quedó más remedio que dimitir y una gestora se hizo cargo del partido. Un intento de pucherazo no menos tramposo que la tesis doctoral que le ha hecho acreedor del poco honroso título de doctor ‘Cum Fraude’.
Hablan de Trump y sus abogados, las elecciones de USA con un partido el demócrata de centro-derecha que nada tiene que ver con la "izmierda de este país"

, por suerte algunos tenemos memoria histórica desinteresada pero verificada.
CUM FRAUDE CONTIGO EMPEZÓ TODO.