degas escribió:Aquí somos unos hipócritas de cuidado.
Cuando Agnelli hizo que Jeep (de Agnelli) pagara un nuevo contrato de patrocinio para inyectar plata a la Juventus, nadie dijo nada.
Cuando Abramovich metió dinero a mansalva en el Chelsea para fichar a todo lo que quiso y ganar la Champions, nadie dijo nada.
Cuando Berlusconi metió dinero en el Milán para ganar la Champions, nadie dijo nada.
¿Que metían menos dinero que un fondo inversor? Desde luego, pero porque no tenía más dinero que meter.
¿De dónde sale ese dinero? ¿De dónde lo saca el Atleti de Madrid? ¿De dónde ha salido el Wanda?
Por favor, no caigamos en lamentarnos por bobadas. Cómo no se metían en nuestros fichajes, miramos para otro lado como es normal porque simplemente, no somos la policía del fútbol, pero ahora que se entrometen, no me vengáis con haceros las víctimas porque esto es lo mismo que hacían los multimillonarios estos últimos 22 años.
Yo no entro a valorar de donde viene el dinero. No es esa la cuestión a debatir en estos momentos. Lo debatible es que un club pueda gastar dinero sin ningún tipo de control ni límite, y que tampoco tenga que responder sobre los excesos y que pueda seguir gastando dinero, que no genera dentro de su actividad, a pesar de que la misma genere pérdidas anualmente. Eso es un club estado.
El Madrid gasta lo que genera en función de entradas, cuotas, publicidad, merchandising, premios por títulos, ventas de jugadores, etc. Si genera pérdidas no puede gastar si no es pidiendo créditos que luego tiene que devolver. Además de que tiene un límite salarial que tiene que cumplir. Un club estado no necesita generar nada por sí mismo, porque invierte lo que se genera externamente, en los casos de PSG y City parte del PIB de un país.
Toda la vida de Dios cuando el Madrid ha ido a fichar a alguien ha ofrecido un dinero, se lo han regateado, ha habido otros clubs que también han apostado por ese alguien, y a veces hemos ganado y otras no. No debería ser un problema que nos discutan los fichajes los clubs estado si cumplieran las reglas. El problema es cuando las reglas del juego no son iguales para todos y los intereses nacionales o supranacionales hacen que se mire para otro lado.
Luego ya podemos discutir y daría para otro debate, pero diferente, si es ético o no hacer contratos publicitarios o cómo sean con países de dudosa catadura moral o donde los derechos humanos no son respetados regularmente, o con empresas cuyos fines podrían ser considerados como no éticos según quien.