Paul Breitner escribió:Volverá el bipartidismo porque la peña pasa de leer los programas electorales y los que los leen no se los creen.
Eso sí, que los políticos de este país se conviertan demasiadas veces en el problema y no en la solución no excluye que sólo son un reflejo de la sociedad donde gobiernan.
No te engañes, volverá el bipartidismo porque los nuevos partidos han resultado ser una mierda, no han ayudado a solucionar los antiguos problemas y han colaborado a generar otros nuevos.
Y eso no quiere decir que PSOE o PP sean maravillosos, que va, son dos cloacas dedicadas por entero a la buena colocación de sus miembros. Lo que pasa es que tenemos un sistema electoral injusto y poco práctico que no atiende ni al principio de proporcilnalidad ni al de practicidad.
La democracia no puede ser nunca un sistema directo y natural, porque eso convierte a los parlamentos en ingobernables, así que, si quieres que funcione, tienes que aceptar que es un sistema convencional y que si no le das instrumentos a un partido para que gobierne de manera autónoma con el 30 o 35% del electorado, le acabarás dando el poder a partidos que no llegan ni al 10%.
En otros países eso se soluciona con sistemas de doble vuelta que eliminan partidos minoritarios o con bonus de dipvtados que potencian las mayorías del ganador. Es decir, con sistemas realistas en el que el electorado sabe que va a gobernar el que gane aunque sea por menor diferencia.
Aquí eso no ocurre. En primer lugar, el sistema de circunscripciones ni si quiera respeta la proporcionalidad y hay provincias en que un escaño vale menos de la mitad que en otras y enormes restos electorales que se van a la mierda en cada circunscripción, de manera que hay partidos que con un escaso porcentaje obtienen 14 dipvtados, y otros, con un porcentaje mayor, consiguen 1 o ninguno.
Pero además de eso, luego te ves obligado a establecer mayorías imposibles, a un coste dwsproporcionado por conseguir un voto en una investidura o una votación parlamentaria. De esta manera las mayorías no valen para nada y el elector nunca sabe lo que se va a acabar haciendo con su voto ni en compañía de quien.
Y es por eso, y no por la cpacidad u honestidad de PP y PSOE, por lo que al final es más rentable para el votante la existencia de dos grandes partidos que la de dos grqndes bloques repletos de pequeñas formaciones que se dedican al alquiler del escaño.