MAR puede esconder al hermano o la paulatina privatización, pero ocultar a 7 millones de personas que la Sanidad en Madrid es un desastre -cuando lo ven todos los días- supera a sus habilidades como tahúr.
Proyectar en Más Madrid semejante poder de convocatoria es un regalo al primer partido de la oposición a seis meses de las elecciones. Cortocircuita, de paso, su tira y afloja habitual con Sánchez. La encierra en la Comunidad.
Hasta hace poco tiraba de sus comodines: hostelería -su particular Asociación Nacional del Rifle-, impuestos, okupas y procés. Eso empieza a cambiar y puede que al procés le pase lo que en su momento a la corrupción: tras el empacho, no llena.
Todo lo que la rodea tiene mala vibra: confrontación, inestabilidad, ambición, división, soberbia...