Sobre esto último, Hacienda está investigando el aval de Laporta en las elecciones:
La cuenta de los directivos del Barça que investiga Hacienda recibió un ingreso de 350.000 euros de una empresa que trabaja para el club
Solo seis meses después del ingreso de la compañía estadounidense ISL en la cuenta donde se pagaban los gastos del aval de la junta azulgrana, el Barcelona le otorgó la organización de dos partidos amistosos
Desde 2015, ISL Futbol LLC tiene contrato con el Fútbol Club Barcelona para la comercialización de las Barça Academy, así como de numerosos campus
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ISL Futbol Limited Liability Company, empresa estadounidense de marketing deportivo con sede fiscal en Charlotte (Carolina de Norte) y oficina central en Miami (Florida), ingresó 350.000 euros (401.135 dólares) en una cuenta del Banc Sabadell el 22 de noviembre de 2021 y que está a nombre de Joan Laporta, presidente del Fútbol Club Barcelona, y de todos los miembros de su junta directiva: Rafael Yuste, Antonio Escudero, Elena Fort, Juli Guiu, los dimitidos Eduard Romeu y Jordi Llauradó, Josep Cubells, Ferran Olivé, Josep Maria Albert, Xavier Barbany, Miquel Camps, Alfons Castro, Josep Ignasi Macià, Aureli Mas, Xavier Puig, Àngel Riudalbas, Joan Solé y Joan Soler. También a nombre de Francesc Pujol, un empresario de Lleida que pagó la campaña electoral y que avaló la candidatura de Laporta a la presidencia del FC Barcelona y en el último suspiro no pudo entrar como directivo al comprobarse que no cumplía con el requisito estatutario de tener un mínimo de cinco años de antigüedad como socio.
Dicha cuenta corriente solidaria fue abierta el 15 de marzo de 2021, solo dos días antes de que Joan Laporta tomara posesión oficial de su cargo como presidente del FC Barcelona. Un día después, esa cuenta recibió dos ingresos: uno de 750.000 euros procedentes de JBM Investments 2014 SL, propiedad del empresario israelí Morris MosheBenisty, y otro de 700.000 euros de Capital Planet SL, cuyo administrador único es Xavier Laporta, hermano del presidente del FC Barcelona. Gracias a esa fuerte inyección de efectivo fue posible que los directivos azulgranas pudieran hacer frente al primer pago de las comisiones y gastos del aval, que ascendieron a cerca de 900.000 euros y que fueron abonados días más tarde.
De madrugada
El único y exclusivo objetivo de esa cuenta corriente era satisfacer al Banc Sabadell los intereses devengados del coste del aval suscrito por Laporta y los miembros de su junta directiva, que se formalizó en la madrugada del 17 de marzo en la notaría Ariel Sultán Benguigui, en el número 550 de la Diagonal de Barcelona. Dicho aval ascendió a un total de 124.651.950 euros y fue el que se presentó posteriormente ante la Liga de Fútbol Profesional (LFP), cumpliéndose así lo que entonces obligaba la Ley del Deporte, una garantía bancaria del 15% del presupuesto de gastos de la temporada en curso, en este caso, la 2020-2021.
El interés aplicado por el Banc de Sabadell por esos 124,6 millones de euros fue alrededor del 2% anual, lo que arrojaba una media de 124.000 euros por directivo. El aval se formalizó y se presentó horas antes de que expirara el plazo reglamentario, ese mismo día 17 de marzo antes de las 21.00 horas. Es decir, hubo un riesgo latente de que se repitieran las elecciones a la presidencia.
De hecho, algunos juristas dudan sobre la legalidad de esa toma de posesión, ya que más de la mitad del dinero que se aportó como aval llegó a través de personas que no formaron parte de la candidatura ni eran miembros de la junta. Por ejemplo, Jaume Roures, a través de su empresa Orpheus Media SL, garantizó 30 millones de euros al Banc de Sabadell con una póliza y José Elías avaló 40 millones más. Según esas mismas opiniones, las elecciones se hubieran podido repetir de haberlas impugnado alguno de los dos contrincantes electorales de Laporta en los comicios de 2021, Víctor Font y Toni Freixa.
Es 'vox populi' en el seno del FC Barcelona que la gestión de esa cuenta y del pago de los intereses del aval ha generado muchísimo malestar y controversia entre los directivos. De hecho, ha sido uno de los poquísimos temas que han provocado serias discrepancias en las juntas directivas. El primero en mostrar su enfado fue el propio presidente Joan Laporta, cansado de ir detrás de algunos de sus compañeros de junta para que hicieran frente al pago de los gastos. Laporta designó al directivo Ferran Olivé, tesorero del club y de ‘facto’ CEO de la entidad desde la salida de Ferran Reverter, para que gestionara esa cuenta corriente y se coordinara con sus compañeros de junta para que cumplieran con sus obligaciones.
En la actualidad, y a pesar de haber desaparecido la obligación de avalar después de la modificación de la Ley del Deporte del 10 de enero de 203 (queda sujeto a lo que decidan los socios de los clubs que no son SAD), la Agencia Tributaria ha iniciado un proceso de investigación de este aval. Entre otras cuestiones, Hacienda quiere saber la identidad de todas las personas que avalaron y el importe que aportaron. El empresario José Elías, que fue quien más avaló, ya ha acudido a Hacienda a dar su testimonio