El mejor Modric no le deja a Vitinha ni oler el balón. Por calidad, sobrada, y por garra y presión, abultada. Es otro nivel.
Y al primer estacazo serio de Casemiro, se acaba esa magia.
Donnarumma lleva escrita la derrota frente al Real Madrid en su frente. Es su destino.
PSG, equipo sin alma. Dentro de cuatro años, ya se verá.