Tener en un mediocampo a Valverde y a Tchouameni juntos sin un jugador de buen pie que sea el nexo entre el mediocampo y la delantera, es prácticamente regalar el partido.
No se va a notar contra Osasunas o Levantes porque en esa clase de partidos el rival casi no presenta amenaza y, en todo caso, las cosas pueden ser resueltas con una genialidad de Mbappe o Vinicius o Bellingham (cuando vuelva).
Pero contra rivales de más peso, no digo PSG o Bayern, incluso un Barcelona o Atlético, un 4-3-3 con Tchouameni y Valverde representa demasiada desventaja.
Y no lo digo porque Tchouameni sea un jugador que no me gusta (algo evidente para cualquiera que me ha leído antes), de hecho está mostrando un nivel aceptable desde hace unos meses.
Pero tanto el francés como el uruguayo son dos jugadores con un perfil tan limitado, que no da mucha libertad para que haya fútbol en ese mediocampo. Y así es como se termina nuevamente con la táctica "balones a Mbappicius" que tanto le gustaba a Ancelotti.
Ahora, si Xabi Alonso recurre más al 4-4-2, entonces la cosa cambia, pero eso significaría renunciar al esquema que está intentando utilizar desde que comenzó su ciclo.
Valverde no está aportando nada, ha regalado el centro del campo quitando a Tchou y ha continuado con Vinicius.
Tienes a Asencio que ya sirvió el año pasado para no sacar a tu jugador más importante de la media que es Tchouameni y su primera premisa debe ser no tocar lo que funciona.
Tchou es indispensable en la media y en el banquillo no hay nada que tenga su valor en este centro del campo. Qué no haga el Ancelotti.
A veces su ahínco por meter la pierna o el cuerpo ante los remates termina siendo contraproducente, casi siempre el rebote va al rival, o directamente a puerta complicando al portero. Hoy sin ir más lejos, de milagro no ha marcado en propia. Tampoco le pido que no defienda, pero a lo mejor calcular más esas zancadillas.
LaManoBlanca escribió: ↑Sab Sep 13, 2025 6:22 pm
A veces su ahínco por meter la pierna o el cuerpo ante los remates termina siendo contraproducente, casi siempre el rebote va al rival, o directamente a puerta complicando al portero. Hoy sin ir más lejos, de milagro no ha marcado en propia. Tampoco le pido que no defienda, pero a lo mejor calcular más esas zancadillas.