Que se yo, hay gente que tiene cariño por la ciudad de Barcelona y el estadio pues no está a la altura. Y lo mismo diré del Stade de France y sí, de Anfield, porque también tienen detalles a los que meter mano en los espacios interiores.
Así que no es solo cosa del Barca, pero como son nuestros rivales pues toca reírse de ellos. Que picarse un poco entre aficiones rivales también es parte de los condimentos del fútbol. Porque entre el VAR, los torneos inventados y los petrodólares ya casi no queda nada de la tradición de este deporte.
Siempre con respeto claro...
No, en realidad no, que les den.
