El sábado, el mismo día del partido, se le realizará la última prueba

LLEVÓ EL RITMO. Robben, entre Jordi García y Soldado, en el entrenamiento de ayer en Valdebebas.
Se desfonda. Exprime su cuerpo en cada carrera. Se le ve con ganas y muy recuperado. Robben, aplicado hasta el punto de ser el primero de la clase en cada sesión, apunta (desesperadamente) a jugar unos minutos en el partido ante el Almería. Ayer encabezó siempre el grupo en la carrera continua y en los sprints que se hicieron en Valdebebas.
"Está como una moto, más de mente que de físico", comentan desde dentro del vestuario. Puede que por eso los médicos y preparadores, y el mismo Schuster, estén esperando al sábado para decidir si juega o no frente al Almería.
El holandés se encuentra en su tercera semana de plan específico. En la primera se recluyó en el gimnasio para fortalecer la musculatura de su pierna, en la segunda alternó gimnasio y campo y en esta tercera se reincorpora al grupo. Incluso algunos días hace dobles sesiones, circunstancia por la cual Schuster podría darle el premio de 15 o 20 minutos ante el Almería. "Dependerá de cómo vengan el resto de internacionales y de cómo esté él mismo". Para saberlo, los galenos del club cotejarán "los pulsómetros, la frecuencia cardíaca y otros baremos", comentan desde el club.
Además de Robben, Pepe fue la otra noticia positiva de la sesión preparatoria de ayer. El central empezó a trabajar sobre el césped después de dos semanas de lesión.
Por otro lado, Sneijder, que sufrió un golpe en el entrenamiento del pasado lunes con Holanda, podrá jugar el sábado ante el Almería.