Let It BE escribió:A mi lo que ya no me gusta de esto es que al parecer cuando se vaya mou ya sea en uno o dos años todo se tendra que cmbiar porque va a ser insostenivle con o sin victorias, yo pensava que se le traia mas que nada para eso, para ganar sin importar como pero dejando la base de un buen equipo y una organizacion en las oficinas que hacia mucha falta y que despues se veria reflejada en el campo. pero ahora estoy viendo que sin importar los resultados con mou tendremos que empesar de 0 otra ves
Si se va Mou, Valdano se va a cagar de la risa en nuestra cara, o no perdon!!!! en la del madridismo que somos nosotros no!!, sino que se reira de Florentino!!
Sin caer muerto, el diario 'Marca' pretende, todas las mañanas, hacer en Madrid la misma entrada que Filípides en Atenas para decir a la ciudad: "Alegraos, hemos vencido". Por ello, es significativo que en la portada de hoy ruja Falcao, y por extensión un Atleti que escupe goles como si fueran huesos de aceituna. Mientras que el Real Madrid ha sido relegado a la esquina superior derecha para mitigar los efectos inhibidores sobre el comprador, que no estará para recordatorios de lo del Sardinero: para contar ese partido, Filípides habría ido caminando.
El presidente Florentino Pérez bajó ayer al vestuario a repartir abrazos tutelares, pildoritas solidarias. En sí, el gesto está bien, por más que lo deportivo y lo institucional -el vestuario y el palco- se convirtieran en compartimentos estancos cuando Mourinho obtuvo una autoridad negada a todos los anteriores entenadores florentinianos, más expuestos a las interferencias de la gente de corbata en cuestiones como la confección de la plantilla.
El gesto, decimos, está bien, e incluso transmite una imagen de estabilidad interna cuando la chismografía anuncia un hartazgo mutuo entre el presidente y el entrenador y una implosión inminente. Pero tiene un inconveniente: es una medida excepcional, propia de las crisis muy profundas, que acaso ahonde aún más la repercusión de lo que todavía puede quedar como sólo un apagón físico y mental de dos semanas que ni siquiera aprovechó el Barcelona para meter puntos de por medio.
Aunque es cierto que no resulta fácil comprender por qué un equipo tan prometedor en el arranque de la temporada de repente colapsa y se vuelve un quejido de frustración, mientras sus 'cracks' no lo levantan y su entrenador yerra dispersando culpas hacia futbolistas concretos o legitimando el fatalismo arbitral. Argumento, éste, que no puede admitir nadie con una distancia de al menos dos dedos entre las cejas y el cuero cabelludo que viera los dos últimos, penosos partidos de Liga. Asfixiado por la propaganda rival, que se ha erigido en sospechoso custodio de la identidad madridista sólo para poder decir que Mou la traiciona. Perseguido hasta el ensañamiento por cronistas que lo mismo escrutan en la seriedad de Casillas los estragos de una tortura psicológica que aventan la teoría de que el entrenador rompe adrede las rodillas de sus jugadores. Bajo esa presión, el Real Madrid de Mourinho tiene los mismos problemas sociales que los ex-convictos de las películas americanas. Buenos partidos como los de la Supercopa, goleadas como la de La Romareda, no completan la rehabilitación. Pero dos gatillazos y una derrota como la del Levante confirman todos los prejuicios, que al abatirse sobre el equipo suenan como el granizo contra un techo de zinc.
El Real Madrid, y en particular Mourinho, percibe una intensa hostilidad exterior que puede haberse potenciado, pero que no es nueva, pues siempre anidó en esos ámbitos en los que el fútbol tiene una prolongación sociopolítica de la que el Barcelona sale ungido como ejército desarmado de todas las causas que son buenas por definición. Así, el universalismo vocacional de Florentino Pérez ha de adaptarse a una noción casi clandestina de resistencia que en realidad resulta más atractiva que la de la hegemonía cesarista. Es inevitable, sobre todo cuando encima se juega pésimo, que el equipo reaccione con un atrincheramiento, y que vea una emboscada en cualquier arbusto que se mueva. Pero sería estéril que esa agresión evidente avalara teorías reductoras y le sacara a Mourinho el reverso tenebroso de su personaje, como al ex-convicto que se harta de intentar gustar.
El Real Madrid juega contra un rival formidable, este Barcelona de posteridad. Y, por si no fuera lo bastante difícil, lo hace en unas circunstancias complejas, ante una maraña de pulgares bajados que le condenan a muerte al primer desliz y relativizan la importancia de sus éxitos para negarle puntos de apoyo hacia el porvenir. Ha de abstraerse de todo ello, dominar las conductas, y hacer un ejercicio franco de introspección que en realidad comenzó ayer en El Sardinero, cuando entrenador y jugadores confesaron tener un problema que debe ser diagnosticado y corregido. Y que nada tiene que ver con el villarato, ni la KGB, ni los marcianos.
Pocas veces he visto una caída tan brusca como la del Madrid la última semana. Los buenos partidos en la Supercopa están ahí, la goleada contra el Zaragoza está ahí. El Madrid parecía arrancar la temporada colosalmente y de repente ha habido un desplome demasiado profundo como para considerarlo un simple bache. Sus causas tendrá y seguro que Mourinho las tiene que conocer. No va a necesitar que nadie le dé pistas: trabaja ahí dentro todo el día, maneja la materia, ve las caras de los jugadores cuando llegan y cuando se van, tiene el club a su disposición para indagar cualquier cosa.
Un desplome así tiene causas que no son el carrito que se entretiene o la hierba alta en no sé donde. Un desplome así tiene causas seguramente múltiples, que irán desde una programación de pretemporada para llegar como motos a la Supercopa al trato poco amable que está ofreciendo al sector nacional de la plantilla, pasando por el estrés que produce tanto jaleo en que se mueve el Madrid. Será eso o serán otras cosas, él sabrá. El caso es que está ante una prueba muy seria de su temple como entrenador. Seguro que la situación es reconducible, pero sólo desde una diagnosis clara.
Diagnosis clara, esa es la cuestión. El enemigo no es el carrito, ni la hierba alta, ni la prensa desafecta, ni el buen rollo en la Selección, ni siquiera los árbitros, salvo que se haga una y otra vez lo justo para enemistarlos. El enemigo es el malestar que se ha generado en el grupo, crispado en ese papel de solos contra el mundo y desconcertado por algunas decisiones recientes, que se entienden mal. Ese es el enemigo. Y el rival es el Barça, al que tampoco le van las cosas como le deberían ir, porque ya se ha dejado cuatro puntos. No pasa nada que no tenga remedio, pero lo primero es detectar el mal y actuar sobre él.
Sólos contra el mundo conseguimos ser el mejor equipo del siglo XX, cualquier jugador que se ponga la camiseta del RM sabe que sus rivales van a dar el 150% porque ganar al RM es historia y más cuándo cierta prensa se dedica a sacar de contexto y elevar al paroxismo el mínimo gesto de cualquiera de nuestros jugadores.Esta gentuza de la prensa dá asco.
Pocas veces he visto una caída tan brusca como la del Madrid la última semana. Los buenos partidos en la Supercopa están ahí, la goleada contra el Zaragoza está ahí. El Madrid parecía arrancar la temporada colosalmente y de repente ha habido un desplome demasiado profundo como para considerarlo un simple bache. Sus causas tendrá y seguro que Mourinho las tiene que conocer. No va a necesitar que nadie le dé pistas: trabaja ahí dentro todo el día, maneja la materia, ve las caras de los jugadores cuando llegan y cuando se van, tiene el club a su disposición para indagar cualquier cosa.
Un desplome así tiene causas que no son el carrito que se entretiene o la hierba alta en no sé donde. Un desplome así tiene causas seguramente múltiples, que irán desde una programación de pretemporada para llegar como motos a la Supercopa al trato poco amable que está ofreciendo al sector nacional de la plantilla, pasando por el estrés que produce tanto jaleo en que se mueve el Madrid. Será eso o serán otras cosas, él sabrá. El caso es que está ante una prueba muy seria de su temple como entrenador. Seguro que la situación es reconducible, pero sólo desde una diagnosis clara.
Diagnosis clara, esa es la cuestión. El enemigo no es el carrito, ni la hierba alta, ni la prensa desafecta, ni el buen rollo en la Selección, ni siquiera los árbitros, salvo que se haga una y otra vez lo justo para enemistarlos. El enemigo es el malestar que se ha generado en el grupo, crispado en ese papel de solos contra el mundo y desconcertado por algunas decisiones recientes, que se entienden mal. Ese es el enemigo. Y el rival es el Barça, al que tampoco le van las cosas como le deberían ir, porque ya se ha dejado cuatro puntos. No pasa nada que no tenga remedio, pero lo primero es detectar el mal y actuar sobre él.
Sólos contra el mundo conseguimos ser el mejor equipo del siglo XX, cualquier jugador que se ponga la camiseta del RM sabe que sus rivales van a dar el 150% porque ganar al RM es historia y más cuándo cierta prensa se dedica a sacar de contexto y elevar al paroxismo el mínimo gesto de cualquiera de nuestros jugadores.Esta gentuza de la prensa dá asco.
Pocas veces he visto una caída tan brusca como la del Madrid la última semana. Los buenos partidos en la Supercopa están ahí, la goleada contra el Zaragoza está ahí. El Madrid parecía arrancar la temporada colosalmente y de repente ha habido un desplome demasiado profundo como para considerarlo un simple bache. Sus causas tendrá y seguro que Mourinho las tiene que conocer. No va a necesitar que nadie le dé pistas: trabaja ahí dentro todo el día, maneja la materia, ve las caras de los jugadores cuando llegan y cuando se van, tiene el club a su disposición para indagar cualquier cosa.
Un desplome así tiene causas que no son el carrito que se entretiene o la hierba alta en no sé donde. Un desplome así tiene causas seguramente múltiples, que irán desde una programación de pretemporada para llegar como motos a la Supercopa al trato poco amable que está ofreciendo al sector nacional de la plantilla, pasando por el estrés que produce tanto jaleo en que se mueve el Madrid. Será eso o serán otras cosas, él sabrá. El caso es que está ante una prueba muy seria de su temple como entrenador. Seguro que la situación es reconducible, pero sólo desde una diagnosis clara.
Diagnosis clara, esa es la cuestión. El enemigo no es el carrito, ni la hierba alta, ni la prensa desafecta, ni el buen rollo en la Selección, ni siquiera los árbitros, salvo que se haga una y otra vez lo justo para enemistarlos. El enemigo es el malestar que se ha generado en el grupo, crispado en ese papel de solos contra el mundo y desconcertado por algunas decisiones recientes, que se entienden mal. Ese es el enemigo. Y el rival es el Barça, al que tampoco le van las cosas como le deberían ir, porque ya se ha dejado cuatro puntos. No pasa nada que no tenga remedio, pero lo primero es detectar el mal y actuar sobre él.
Sólos contra el mundo conseguimos ser el mejor equipo del siglo XX, cualquier jugador que se ponga la camiseta del RM sabe que sus rivales van a dar el 150% porque ganar al RM es historia y más cuándo cierta prensa se dedica a sacar de contexto y elevar al paroxismo el mínimo gesto de cualquiera de nuestros jugadores.Esta gentuza de la prensa dá asco.
Pues porque no has visto hoy Punto Pelota...
Llevo varios días hecho una furia estoy cómo para aguantar a subnormales, anda que les den por culo, estos días no oigo ni radio ni telediarios de deportes y mucho menos esa bazofia.
Pocas veces he visto una caída tan brusca como la del Madrid la última semana. Los buenos partidos en la Supercopa están ahí, la goleada contra el Zaragoza está ahí. El Madrid parecía arrancar la temporada colosalmente y de repente ha habido un desplome demasiado profundo como para considerarlo un simple bache. Sus causas tendrá y seguro que Mourinho las tiene que conocer. No va a necesitar que nadie le dé pistas: trabaja ahí dentro todo el día, maneja la materia, ve las caras de los jugadores cuando llegan y cuando se van, tiene el club a su disposición para indagar cualquier cosa.
Un desplome así tiene causas que no son el carrito que se entretiene o la hierba alta en no sé donde. Un desplome así tiene causas seguramente múltiples, que irán desde una programación de pretemporada para llegar como motos a la Supercopa al trato poco amable que está ofreciendo al sector nacional de la plantilla, pasando por el estrés que produce tanto jaleo en que se mueve el Madrid. Será eso o serán otras cosas, él sabrá. El caso es que está ante una prueba muy seria de su temple como entrenador. Seguro que la situación es reconducible, pero sólo desde una diagnosis clara.
Diagnosis clara, esa es la cuestión. El enemigo no es el carrito, ni la hierba alta, ni la prensa desafecta, ni el buen rollo en la Selección, ni siquiera los árbitros, salvo que se haga una y otra vez lo justo para enemistarlos. El enemigo es el malestar que se ha generado en el grupo, crispado en ese papel de solos contra el mundo y desconcertado por algunas decisiones recientes, que se entienden mal. Ese es el enemigo. Y el rival es el Barça, al que tampoco le van las cosas como le deberían ir, porque ya se ha dejado cuatro puntos. No pasa nada que no tenga remedio, pero lo primero es detectar el mal y actuar sobre él.
Sólos contra el mundo conseguimos ser el mejor equipo del siglo XX, cualquier jugador que se ponga la camiseta del RM sabe que sus rivales van a dar el 150% porque ganar al RM es historia y más cuándo cierta prensa se dedica a sacar de contexto y elevar al paroxismo el mínimo gesto de cualquiera de nuestros jugadores.Esta gentuza de la prensa dá asco.
Pues porque no has visto hoy Punto Pelota...
Llevo varios días hecho una furia estoy cómo para aguantar a subnormales, anda que les den por culo, estos días no oigo ni radio ni telediarios de deportes y mucho menos esa bazofia.
Gracias Javi18, por mí no te esfuerces vengo de tomar unas copas y lo ultimo que quiero es oir rebuznos, estoy escuchando bandas sonoras de Armageddon,Gladiator,Chariots of fire y The las of the mohicans y estoy de pu.. madre.
La diferencia es que antes nos odiaban /envidiaban y ganarnos era un prestigio por ser los mejores, ahora por ser chulos y prepotentes, los mejores son otros. No lo digo yo, lo dicen quienes nos tienen tirria.
zam escribió:Vamos a reiniciar, estamos a 1 punto del Barça.
Exacto. Y parece que ya nos han eliminado de la champions y perdido toalmente la liga. Me hace gracia que un sector de la prensa (principalmente la culé, por supuesto) esté hablando ya de fracaso en esta temprada ¡en septiembre!, señalando como único responsable a Mourinho. Señal clara de que todavía le tienen más que respeto. ¿Por qué será que Sport y Mundo deportivo andan estos días pidiendo su cabeza?
No nos engañemos. La prensa culé (y la de Madrid parece que también) lleva atacando a Mou desde el mismo momento que los eliminó de la champions con el Inter.