ARGENTINA 4-CHILE 1
Batistuta y Crespo juntos
Argentina tiene 9 de alta gama otra vez: Higuaín metió tres gracias a su polenta, instinto, calidad, panorama... y empatía con Messi, a quien asistió en el otro. Top.
Si Pipita juega de 9 en tu equipo, ¡fumá! Higuaín venía de hacerle tres al Espanyol. Tres, encima, golazos. Pero ayer no se le mojó la pólvora. Y así como el hat-trick en la Liga le sirvió para que el 70% de los hinchas pidiera, encuesta de Marca mediante, que Mourinho le devuelva la titularidad, los tres gritos de ayer, en el Monumental, lo confirmaron como el 9 irrevocable de la Selección. Ni Messi, ni Agüero, ni Tevez, ni nadie: el 9 es Higuaín. Argentina, empíricamente ha quedado demostrado ayer (y en la Copa América también) tiene sólo dos jugadores con lugar asegurado en la marquesina: Messi (obvio) e Higuaín. El Pipita no será un ET como Leo, pero es un crack de pe a pa.
El arranque, la velocidad mechada con potencia (la polenta, bah) y el tremendo cañón de Batistuta. La estética, el panorama, los recursos técnicos, y ese afán por salir del área para asociarse con alguno de sus compañeros, para autoabastecerse, de Crespo. Y el instinto goleador de ambos. Higuaín es Bati y Crespo juntos. Que se entienda: ni mejor ni peor que alguno de los dos últimos grandes 9 albicelestes. Simplemente que ayer fue un combo genial de ambos. Aunque, comparación odiosa mediante, las estadísticas marcan que a los 19 partidos en la Selección, el Pipita había gritado igual que Bati, y casi el doble que Valdanito...
Como Valdanito, justamente, la paró en velocidad, con marca encima, la cancha enjabonada, para luego romper el arco como Bati en el 1-0. La asistencia entre líneas que le dio a Messi en el 2-0 fue tan brillante que si Leo se patinaba, Di María también estaba en condiciones de definir sin que nadie lo molestara. La esperó (la fue a buscar) donde sólo los goleadores de cuna saben que irá a parar la bola en el 3-0. Jugueteó con Messi y rotó la pierna sobre la marcha clavándola en un ángulo igual en el 4-1.
Como para perfeccionar ese 10 en el boletín de cuanto cuerdo califique, Higuaín se hizo huecos para presionar la salida rival. Y, así, recuperó varias pelotas y, si no, obligó a que el pase saliera sucio. Ah, y mostró una empatía futbolística que Messi no había gozado con otro...
Esta Pipa no es cuento.
http://www.ole.com.ar/seleccion/Bati-Cr ... 43140.html