Un buen lateral, un excelente central
La vida futbolística en el Real Madrid de Sergio Ramos es una montaña rusa. Con la misma facilidad que le derriban y le tildan de pésimo defensa lateral, de escasa disciplina táctica y de centrar con la caja de las botas puesta; se le eleva al nivel de los más grandes cuando aparece de defensa central, por su capacidad para sacar la pelota jugada, por su poderío físico, por su velocidad y tal y tal… Ramos es un buen lateral y un excelente central. Como lateral nació y se bautizó con Caparrós en el Sevilla y como lateral lo quería Luis Aragonés en la selección. El propio jugador, después de demostrar en el Real Madrid su cualificación jugando en el centro de la defensa, se atribuyó la demarcación de la banda para así asegurarse el puesto en el Mundial. La opinión generalizada es que Sergio y Pepe formarían una de las mejores parejas del fútbol mundial. La opinión de Mourinho es que Ramos y Arbeloa son los laterales del equipo, aunque en un partido como el del Olympique excluya a Varane, ese joven francés al que en un par de partidos se le ha disparado sin pensar lo dura que puede ser la caída, y apueste por el sevillano. Para Del Bosque, de momento, Ramos sigue siendo lateral. Pero en el futuro, es decir en la próxima Eurocopa, dependiendo de cómo llegue Puyol, y en el Mundial de Brasil la pareja de España será Ramos y Piqué.
La polivalencia a veces mata. Y eso le está pasando a Sergio Ramos. Hay que decidirse entre tener un buen lateral, con sus cosas, y un excelente central. Yo lo tengo claro: Ramos debería jubilar ya a Carvalho.
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