Heinze es el defensa más seguro de la zaga blanca
Es el fichaje revelación y con él su equipo recibe menos goles
Gabriel Iván Heinze está haciendo oposiciones a ser considerado el fichaje revelación de este Real Madrid 2007-08. Si Sneijder sorprendió por su habilidad goleadora al principio de temporada, el defensa argentino fue el mejor de los blancos ante Olympiacos en Atenas y está haciendo méritos desde un trabajo menos vistoso: cumple con brillantez tanto de lateral como de central y se ha convertido en el Sergio Ramos de la izquierda, es decir todo un comodín y un seguro de vida para Schuster.
El Gringo jugó en el Georgios Karaiskakis su mejor partido de madridista en una ciudad que no le es extraña (allí conquistó con Argentina el oro en los Juegos Olímpicos de 2004) y volvió a mostrar su habilidad para cumplir donde le pongan. "Lo más importante para mí siempre es la confianza del entrenador, eso es lo que necesito y si lo tengo para mí no supone ningún problema jugar en la banda o en el centro de la defensa", aseguraba al acabar el partido el argentino. Una confianza que le está mostrando Schuster y que las estadísticas refrendan: Heinze es el defensa blanco que menos goles ha permitido a los rivales sumando partidos de Liga y Champions League, con sólo tres goles encajados en siete encuentros (0,42 goles por partido de promedio). Uno en Liga, el 1-5 de Mestalla, y los dos del 2-2 en Roma ante el Lazio. Sólo Torres le superaría (cero tantos en cuatro partidos) aunque el canterano tiene en su debe que no ha disputado ningún encuentro de competición europea.
Sin hacer ruido.
Buenos datos que avalan a un Heinze que tras superar hace poco una lesión muscular se está convirtiendo en una seria alternativa a Pepe como pareja de Cannavaro. Sorprendente para un hombre que llegó en verano casi como un desconocido pese a tener más de 40 partidos con Argentina a sus espaldas. Aterrizó desde el Manchester United por 12 millones de euros para ocupar una banda huérfana tras el monopolio de Roberto Carlos durante 11 años y lo hizo con elegancia ("Es imposible hacer que le olviden"). Con su estilo, totalmente opuesto al del brasileño, está convenciendo a Schuster. Ante el Mallorca volverá a comandar el centro de la defensa junto al italiano Fabio Cannavaro.