Castilla, ente independiente
El Castilla se volvió a llevar un revolcón este fin de semana, ante el Sabadell, y como viene siendo norma habitual desde el otoño Alberto Toril aprovechó la circunstancia para hacer campaña. Campaña a favor de no se sabe bien qué, si para defender a Ramón Martínez y a la rama valdanística que aún queda en el club, si para defenderse a sí mismo o si para atacar públicamente a todo lo que le parece mal sin que nadie sea capaz de pararle los pies al cordobés, que ha conseguido que el Castilla no sea parte del Real Madrid Club de Fútbol, sino un ente independiente, que funciona a su manera, que no cumple con su misión de formar jugadores y que anda sumido en una espiral espantosa por culpa de los designios de su caprichoso entrenador.
Toril sigue empecinado en una manera de entender el trabajo en un filial que pasa indefectiblemente por contar con algunos veteranos que saben (y así lo manifiestan públicamente) que no llegarán jamás al primer equipo y mientras dejar que algunos de los jóvenes valores que la están rompiendo con el Real Madrid C tengan que seguir jugando en Segunda B sin oportunidad de foguearse en Segunda, para así seguir creciendo. El cordobés antepone el resultado a la formación, como si estos primeros, para colmo, fueran buenos. Y no lo son. Con lo cual, sin resultados ni formación, ¿qué sentido tiene su trabajo? Ya contesto yo: ninguno.
Los tres goles encajados en la Nova Creu Alta fueron de similar factura, provocados por errores individuales. No pienso señalar el nombre de los futbolistas porque ellos no son los culpables, ni mucho menos, de la planificación y de los caprichos de su entrenador. Pero dada la especial tendencia a que siempre sean los mismos los que fallan, jugadores entrados en años que no podrán alimentar la primera plantilla, ¿no sería mucho más útil darle la alternativa a los chavales del C, que podrán fallar igual pero al menos les serviría para ir curtiéndose, para mejorar y, tal vez, para llegar en el futuro al primer equipo? Pues a juicio de Toril, no.
Un Toril que sigue desesperado además por la falta de refuerzos de su plantilla. Tras el partido ante el Sabadell volvió a lanzar su habitual andanada por no poder contar con Morata (en otras ocasiones lo hace si le falta Nacho), que para colmo fue titular con el primer equipo. Eso, que sus chicos alcancen sus metas y cumplan sus sueños, le sienta mal al cordobés. "Seguro que con un delantero de área habríamos hecho algún gol más", dijo. Como si el Real Madrid, en sus categorías inferiores, no tuviera ningún nueve que le sirviera en caso de no poder tirar del primer goleador ante el Rayo. Y que no haya contado con ninguno y que prefiera 'falsos nueves' jugando fuera de posición (¿aún no se ha enterado que Jesé donde juega no tiene hueco en el primer equipo? ¿Está Toril para proteger el patrimonio del club o para satisfacer su ego personal?) que delanteros reales es decisión exclusivamente suya. Del entrenador que ha logrado que el Castilla viva a su bola, sin que su técnico quiera alimentar al primer equipo y sin que a él le sirva, vaya por Dios, ningún jugador del resto de filiales.
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