I
Belong to Kaká. Ganamos por 1-2 en el campo maldito por excelencia para los madridistas de mi generación, Riazor (dos victorias en las últimas 20 visitas ligueras). Tirando de reservas delbosquianas, los nuestros ofrcieron en la primera mitad una imagen deplorable, marchándose a los vestuarios con un corto 1-0 en contra. El escenario obligó a Mourinho a un triple cambio ganador para buscar la victoria, llegada ésta gracias también a una actitud más acorde con la exigencia de un Real Madrid y a las lógicas limitaciones del Deportivo, sin duda el peor equipo de la Liga, como bien refleja la tabla clasificatoria. Kaká fue decisivo anotando el gol del empate con un remate de rosca y participando en la jugada del 1-2. No creo que Mourinho pique y lo lógico es que en Barcelona y Manchester coma banquillo, pero es buena noticia verle enchufado, para cuando le puedan llegar sus 10-15’ de rigor esté preparado para responder.
II) Equipo B. Con Ramos sancionado, Xabi y Benzema tocados y reservados por precaución, y Varane como baja de última hora, Mourinho hizo incluso aún más rotaciones para afrontar este enfrentamiento, al estar muy cerca de los partidos donde va a jugarse de verdad la temporada. Decisión prudente. Cristiano, Özil, Khedira y Coentrao, cuatro jugadores que de no mediar contratiempo serán titulares el martes, se quedaron en el banquillo. Marcelo regresó al lateral izquierdo, Carvalho al centro de la defensa, Modric-Essien fue el doble pivote y arriba Di María, Kaká y Callejón flanquearon a Higuaín.
III) Suplentes con razón. El primer tiempo mostró un salto evolutivo entre titulares y suplentes sin duda preocupante. Es verdad que durante todo el año las reiteradas bajas han obligado a hacer muchas variaciones en puestos y partidos importantes, con lo que el fondo de armario de la plantilla ha tenido que salir a la luz más de lo deseado, pero aún así, dado el potencial del elenco madridista, sigue siendo injustificable una respuesta tan pobre de los hombres de banquillo, no ya hoy si no en el común de la temporada. Esto unido al flojo nivel que ofrecieron los teóricos titulares (Pepe o Di María) nos dejó unos primeros 45’ para olvidar. El Depor se fue ganando por un justo 1-0, llegado el gol a los 35’ en un fallo garrafal de D.López al no cubrir su palo en un disparo de Riki, pero fue muy superior en todos los fundamentos del juego. Un campo de fuerza invisible separaba al Madrid del área deportivista, limitándose nuestro ataque a soporíferos toques de bola sin ningún sentido. Además, el centro del campo no socavaba las contras del equipo de Fernando Vázquez, lo que propición alguna llegada peligrosa, en especial un balón sacado bajo palos por Marcelo. Sólo una ocasión de Callejón, que definió mal en el mano a mano ante Aranzubía, fue el balance ofensivo en este primer acto.
IV) Troika. Como suele ser habitual, Mourinho no demoró mucho la corrección de errores, y tras 10’ de tanteo efectuó los tres cambios al unísono, tres titulares al rescate: Khedira, Özil y Cristiano, abandonando sus puestos Essien, Modric y Marcelo. En los dos primeros la intención estaba clara, lavarle la cara por completo al centro del campo. El tercero también es propio de Mourinho, el sacrificio de uno de sus peones defensivos a costa de introducir a un hombre de ataque. Callejón ocupó el lateral izquierdo, quedando Özil en una posición más atrasada de lo habitual y premiando el juego de Kaká (quizá de los más comprometidos del primer tiempo) con 90’. Si los cambios fueron decisivos, también lo fue mantener al brasileño en el terreno de juego, ya que con la entrada de Özil habría sido la permuta natural, pero como se suele decir, cuando se realiza una sustitución se busca cambiar algo en el desarrollo de un encuentro, no simplemente una variación de actores.
V) Remontada. Con los tres cambios en escena, una actitud digna de ser llamada así y los problemas del Deportivo, un equipo cuya defensa deja mucho que desear y que encima durante el partido sufrió dos lesiones en dicha línea (el otro Kaká y Silvio), la superioridad del Madrid fue acrecentándose minuto a minuto hasta que llegamos al empate a los 28’. Un gran disparo de Ricardo Izecson desde la frontal, de interior y con rosca, repetición de lo que tantas veces hemos visto en su carrera (valgan estos cuatro ejemplos, uno por temporada: Tenerife, Sevilla, Apoel y Ajax). Khedira estaba imponiéndose en el centro, cortando la sangría de llegadas del equipo coruñés, Özil le ayudaba en una zona inusualmente atrasada para él, mientras que Cristiano había revolucionado el partido en lo que a la vertiente atacante se refiere, dejando en evidencia a la defensa desde su banda izquierda. Precisamente C.Ronaldo rozó el gol tras una jugada individual espectacular, recorte en seco dentro del área e intervención milagrosa de Aranzubía para mandar su remate a córner. Pero Kaká tenía destinado el papel de clutch player de la noche, y fue en un pase magistral como volvió a dejar solo a C.Ronaldo, quién en esta ocasión prefirió ceder a Higuaín para que marcara a placer a los 43’, un gol en Zona Cesarini, como en sus buenos tiempos, para celebrar sus 100 en Liga. Sin embargo este tanto no debe esconder su mediocre partido, en el posiblemente batió su récord particular de fueras de juego. El hecho de que tanto él como Benzema lleven un gol cada uno en los últimos siete partidos y ambos hayan sido de empujar a puerta vacía explica muy bien el momento de nuestros nueves.
VI) La Octava. Ya con el tiempo cumplido, el Sr. Álvarez Izquierdo nos obsequió con la 8ª expulsión entre Liga y Copa que sufre el Madrid en lo que llevamos de 2013, lo que no está nada mal para apenas dos meses. Di María quiso superar a su compi de tatuajes Sergio Ramos en lo que a menor tardanza entre amarillas se refiere (apenas unos segundos), protagonizando un curioso combo: desplazar el balón + obstaculizar el saque de una falta. Siendo criticable el argentino por la falta de concentración (o de cerebro), muchas ganas hay que tener de expulsar a alguien para elegir ese motivo. Aparte de no ver dos o tres manos susceptibles de penalti en el área del Deportivo, se cubrió de gloria el árbitro en esta ocasión. El caso es que, salvo inesperado recurso satisfactorio, no jugará el partido de Liga ante el Barca, lo que conociendo su actual momento de forma y relativizando la importancia de dicho encuentro al estar entre dos mucho más importantes, no debería suponer mayor contratiempo. Pero sigue sin entenderse este síndrome de guardia urbano de los árbitros a la hora de expulsar a jugadores madridistas por acciones muy lejos de ser violentas.
VII) Filho de Deus. El jugador del partido fue Kaká, participó en los dos goles y por primera vez en mucho tiempo (quizá desde este encuentro en Zaragoza aún en era Pellegrini) apareció cuando las cosas estaban difíciles. La diferencia con otras resurrecciones es que aquellas se habían producido en partidos cómodos, normalmente goleadas, días en los que todos sumaban y brillaban. Viendo su trayectoria en el Madrid, lo normal habría sido esperar que en un partido como el de hoy (rival flojo, sí, pero fuera de casa y cuesta arriba) se borrara, pero no fue así, con lo cual, sin lanzar las campanas al vuelo (ya estamos más que escarmentados) es una agradable novedad. Como ya he dicho, no espero del brasileño más que una salida medianamente digna a final de temporada y que mientras tanto sea útil. Ya hemos asumido que su paso por el Real ha sido un fracaso deportivo (no así en lo económico, pese a lo que pudiera parecer) así que es de agradecer que asuma su papel de jugador de rotación y lo haga con ganas, aportando sus innegables cualidades, aunque estas estén mermadas y apenas llegue a ser un 10% de lo que fue. Por todo ello, reitero en que, salvo sorpresa, su papel en las grandes finales que se aproximan será testimonial, me parecería lo más lógico.
VIII) Individualidades. Aparte de Kaká, en lo positivo destaco a los tres jugadores que entraron en la segunda parte, Khedira, Cristiano y Özil. Los alemanes demostraron que ahora mismo su titularidad está fuera de toda discusión, el equipo es otro sin ellos en el campo. Decir lo mismo de Cristiano sería una obviedad, con todo y pese a no marcar goles (uno de los pocos campos donde no ha mojado y aparentemente la temporada que viene no tendrá ocasión de intentarlo) sí marcó la diferencia. Confieso que me habría gustado que el Madrid se hubiese impuesto sin necesitar las tres variaciones mencionadas, habría dado una mayor muestra de cohesión y de fortaleza, pero en fin. El resto del equipo estuvo flojo en líneas generales. Ya comentado el momento de Higuaín, Di María no dejó de intentarlo, pero siempre desacertado, culminando su mala tarde con la expulsión. El centro del campo titular Modric-Essien naufragó, al igual que la defensa: Marcelo sigue en un estado de forma muy bajo, mientras que Pepe estuvo desconocido, llegando tarde a todas las acciones. Mal Diego López regalando su palo en el gol, aunque eso es algo que nos hartaremos de escuchar mañana. Ahora los fallos del portero del Madrid sí son noticia.
IX) Conclusiones. Infelizmente, la jornada no pudo saldarse con un recorte de puntos que habría dejado la posibilidad de ponernos a diez con una victoria el próximo sábado. La Liga habría estado casi imposible de todos modos, pero el susto en el cuerpo a los barcelonistas no se lo habría quitado nadie. Ese escenario ya se ha evaporado y los 16 puntos siguen ahí, con lo que lo único que estará en juego en el clásico liguero es la posibilidad de que el perdedor del emparejamiento copero se lama las heridas (o que el ganador las acrecente aún más). Sobre la Copa, un tropiezo madridista hoy habría dado de nuevo alas a los barcelonistas, que sin duda se quedaron muy tocados con su derrota en Milán, con lo que este triunfo en Riazor pasa a tener más valor de lo que podía pensarse. El Madrid está mal, eso lo sabemos desde hace tiempo, sin embargo en el Barcelona, donde todo parecía de color de rosa, parece que han entrado las dudas. Muestran su momento más flojo de la temporada y nos dejan una invitación irrechazable a aprovecharlo. Los últimos enfrentamientos entre los dos eternos rivales (recordemos, una sóla victoria barcelonistas en 6 partidos y una en cuatro hablando en partidos jugados en Barna) han mostrado que el Madrid lo tiene a su alcance, aunque no termine de rematarlos con una victoria clara que confirme esa superioridad madridista tantas veces esbozada. Está muy lejos de lo ideal jugarnos las posibilidades de títulos esta temporada con dos partidos a cara de perro fuera de casa, pero en caso de eliminar al Barcelona, no hay duda de que veríamos el partido de Old Trafford de otro color. Per bueno, eso ya habrá tiempo de analizarlo más adelante, de momento concentrémonos en alcanzar la final del Campeonato de España de fútbol por 38ª vez.
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