Madridistas, vivis en un mundo virtual. Ustedes no aman el futbol como lo amamos nosotros, ustedes no creen en ese espectaculo donde la manera de sentir y actuar de un pueblo se ve reflejado en un terreno verde. Para ustedes el futbol no es mas que una guerra imperialista donde solo hay que se rico para ser el mejor. Usted no creen en la trasmision de valores de padres a hijos. Para sentir ahi que ser diferentes.
Decía Coco Chanel que «para ser imprescindibles, tenemos que ser siempre diferentes». La conciencia de la diferencia alumbra los 108 años de historia del Athletic de Bilbao. Tras la leyenda rojiblanca late una emoción, un sentimiento, otra manera de responder a la constante necesidad de desear, primero, y ser, después, un lugar en el mundo. Cuando el fútbol era un hermoso deporte, muchísimo antes de ser un gran negocio, ese elogio de la diferencia ya atravesaba la espina dorsal de vivir el Athletic, de creer no en un club ni en un equipo, sino en uno de esos territorios a los que nos aferramos cada día para solventar certezas, descifrar miedos cotidianos y despejar los asideros inestables.
Una simple mirada atrás permite reconocer, en la travesía de esa larga centuria deportiva, un estilo, una vibración sencilla pero intacta a la hora de entender el fútbol. No sin debate, sentir al Athletic ha sido siempre sinónimo de fidelidad a unas tradiciones, a un modelo de identidad traducido sin desánimo en orgullo. Y en estas claves se ha gestado y construido la fusión de una singularidad asumida e interiorizada por cada aficionado de este equipo, entre la pasión y el sueño prolongado.
Alguien dijo que existen dos maneras de iluminar: «ser la vela o el espejo que la refleja». Con el Athletic no existe tal discernimiento porque la cohesión social, el respeto a unas señas de identidad, la vivencia endógena de lo rojiblanco discurre por esa unísona y unívoca sensación de saberse diferentes.
Ahora cuando se acumulan las frustraciones, tras años de falta de autocrítica y demasiada desorientación, en la que el equipo bilbaíno se convirtió en enemigo de sí mismo, los buitres del fútbol de mercado, los hijos prostituidos de la ley Bosman parecen disfrutar del estado de debilidad que padece el club vizcaíno.
No tengo ninguna duda. Quien desea con extraño fervor el descenso del Athletic; quien insiste en que rompa definitivamente el modelo que sustenta el colectivo de San Mamés, no cree en el fútbol. Pero ya lo dice Benedetti, «de la hipocresía se habla poco y se practica mucho».
En los noventa, se abonaron los terrenos de un capitalismo futbolero salvaje, de una mercadotecnia imparable y de una globalización profesionalizada y plasmada en una guerra de cifras que amenazó e intimidó cualquier gesto y huella de romanticismo o de anclaje en una tradición. Pero mucho peor que ese clima de circunstancias ha sido encontrarse con agoreros profesionales destinados a señalar el camino del fin del Athletic.
Y, sin embargo, en estos casi quince años de 'liga de las estrellas', la situación no ha impedido la supervivencia de un inconformismo, (en este periodo, -y pese a tener el miedo en el cuerpo y estar mediatizados por un victimismo más impuesto desde fuera que fomentado desde dentro-, los rojiblancos han jugado en Europa, entraron en la Champions y han sido dos veces semifinalistas de la Copa). Pese a la decadencia, y a la contra, el Athletic ha luchado contra la resignación y, entre decepciones y confusiones, se ha mantenido fiel a su espíritu. Por ello, es un equipo incómodo cuya intrínseca forma de enfrentarse al fútbol aflora, lo escribió Santiago Segurola, como «una extravagancia maravillosa».
Toca sufrir. No son sólo las jornadas que restan para concluir la temporada. Estoy convencido de que habrá muchas finales más en el futuro. Pero la sombra del descenso no debe ser la soga esperante de un suicidio deportivo. Más que nunca, el Athletic debe mirar ahora a Lezama y evitar que las dudas, el fantasma del éxito, a modo de chantaje como garantía de un cambio de rumbo, o el reto de una supuesta modernización, que no es tal, invadan las conciencias de una historia. Copiar al contrincante nunca es eficaz y en este caso es amoral y falso. Parte del origen de la flaqueza que vive el club -dejemos aparcados los entresijos de una gestión que inspira poca confianza- se sitúa en la canalla insistencia en inocular en el seno de lo que representa el Athletic un virus letal como complejo de inferioridad y una enfermedad llamada equivocación. Una falacia que debe despejarse con la defensa cada domingo en el campo de esa diferencia que alumbra una trayectoria admirable, cuya singularidad implica su ser imprescindible.
Si la fractura es inevitable que nadie olvide el pasado antes de dar un paso. La memoria no puede traicionarse. Si el descenso asoma, el orgullo, aquel al que apelaba el fallecido presidente Uria, deberá ser la verdadera gabarra para remontar el cauce de la identidad. Y, en cualquier caso, siempre podremos decir como Scott Fitzgerald que 'hablamos con la autoridad que nos da el fracaso'.
Para todos aquellos aficionados del Athletic y para los que no lo son, que todavia creen en el romanticismo futbolistico, a todos esos padres que enseñana a sus hijos los valores de sacrificio y de pertenecia a un lugar.
Tengo amigos de Bilbao y son del Athletic de Bilbao, he visto varios partidos en La Catedral y varios entrenamientos en Lezama, conozco la afición y he de decir que es muy buena, aunque ultimamente también empiezo a ver aficionados marcharse antes de finalizar el partido cuando el resultado no es favorable y gestos mal educados por parte de algunos aficionados del Athletic, cosa que también pasa en, prácticamente todos los equipos, por lo tanto y, bajo mi punto de vista, creo que ya no podéis decir que esas cosas no pasan NUNCA en La Catedral.
Por otro lado, decirte que vuestra política de no contratar extranjeros es muy bonita y todo lo que querais decir para, al fin y al cabo justificar que no quereis ser igual que el resto de equipos, pero no creo que os esté sirviéndo de mucho, por poner un ejemplo, las dos últimas temporada habéis sufrido para quedaros en primera hasta el último partido y esta temporada con los 19 puntos que tenéis vais por el mismo camino....
Podría hacerte una comparativa del Palmarés del Real Madrid y del Athletic, pero creo que te sonrojarías, de vergüenza claro
Entras en nuestro foro por primera vez y lo haces creyendote con el derecho a opinar sobre algo que, me parece teniendo en cuenta lo que has escrito, que no tienes ni idea. Qué demonios sabrás tú de cómo amamos nosotros a nuestro club, por el hecho de tener extranjeros, no significa que ames menos a tu equipo, estais muy equivocados al respecto, qué demonios sabrás tú también sobre la transmisión valores de padres a hijos en el Real Madrid. Eso de que para sentir hay que ser diferentes es simplemente una VERDADERA CHORRADA, por no decir otro adjetivo mal sonante.
La cita de Coco Chanel es otra chorrada, imprescindible NO HAY NADIE en esta vida.
Si te molestas en echar un vistazo por los post de nuestro foro verás que en muchos de ellos lo que pedimos, a la hora de hacer nuestros comentarios es RESPETO, ¿sabes lo que significa esa palabra?, pues empieza a serlo y deja de comportarte como un auténtico descerebrado.
En fin, creo que para ser la primera vez que entras en nuestro foro, te has cubierto de gloria.
Bonito post, no estoy deacuerdo con él pero... ¿quien eres para juzgar a una afición? ¿acaso alguien tiene la razón absoluta? ¿acaso es algo más que un deporte? ¿tu método de vida?... si es esto último, ¿catalogarás a las personas por sus gustos futbolísticos en lugar de si son buenas o malas personas? espero que no sólo tengas un único mensaje
Sólo de ver lo largo que es el post ni me molesto en leerlo....Todo el día con el Real Madrid en la mente....no se cansan...que trabajera todo el día pensando en otro club que no es el suyo....
Ver al athletic , si que es divertido...eso si que es Fútbol,si señor!!!eso es Buen Fútbol...con Caparrós....
Hay que saber diferenciar y no generalizar, alguno de los que criticas claro que hay, pero es como si nos ponemos a decir que todos en san mamés gritáis lo de eta matalos o lleváis banderas de apoyo a los preos vascos.