El Real Madrid año tras año va cayendo en los mismos errores de siempre.
Presidente inepto incapaz de construir un proyecto deportivo coherente: (política de altas y bajas errónea, fichajes de relumbrón cada año, cantera mal gestionada.
Florentino Pérez es un personaje irreflexivo que tapa sus fracasos a base de fichajes de campanillas.
No hay un sello como club.
No hay una estructura deportiva coherente que sobreviva a los bandazos, y pensada en el largo plazo. Florentino ficha a jugadores y estos tienen que arrancar a jugar porque sí. Ni hay automatismos, ni hay entendimiento entre ellos, ni hay cultura de club ni nadie transmite los “famosos valores madridistas”.
Por no tener no tenemos ni estructura deportiva que permita adoptar esta estrategia porque ni siquiera tenemos a los profesionales adecuados. Hace poco nos enteramos de que el Madrid ha despedido a sus ojeadores internacionales para centrarse en el “ámbito territorial español”.
Los ojeadores internacionales abandonan el club blanco. (
http://www.foropuntopelota.com/t18912-l ... an-el-club)
Mientras otros equipos intentan captar a sus jugadores en otros países buscando el talento joven para mimarlos en sus categorías inferiores y que aprendan la cultura y un estilo de juego desde pequeños, el Madrid se pega tiros en su propio pie como club al mantener una estructura de captación de jugadores del periodo de entreguerras.
Sólo nos centramos en buscar en talento en la Comunidad de Madrid, y si eso ya buscamos por otras zonas de España. Ni hablar de tener ojeadores internacionales. Y claro, luego se nos escapan los Cristiano Ronaldo, Neymar, Bale, etc, cuando aún son unos críos y son más fáciles de fichar y más baratos. Luego, por tu deficiente estructura, te tienes que endedudar para pagar auténticas millonadas por estos jugadores cuando ya son profesionales.
El Madrid debería sustentarse en:
-tener un estilo de juego consolidado aprendido a base de años de instauración en todas sus categorías inferiores.
-una plantilla salida en su mayoría de la cantera, con unos conceptos futbolísticos aprendidos para evitar caer en la precipitación y en las prisas.
Cuando hablo de política de cantera me refiero a futbolistas venidos de todo el mundo, que fueron captados cuando eran adolescentes y que han interiorizado un modelo de juego. Lo que no puede pasar es que Neymar, Isco y David Silva se nos escapen por tener una política de cantera errática e ineficiente.
-una forma de entender el club, una idiosincrasia made in Real Madrid. Exigir siempre profesionalidad, trabajo, sacrificio, unión, luchar como guerreros dentro del campo. Un concepto que lo digo el para muchos, “mercenario” José Mourinho.
El Madrid siempre se ha caracterizado por luchar hasta lo imposible por conseguir sus objetivos. Su leyenda se basa en no rendirse nunca aún cuando todo está perdido. Buena cuenta de ello eran las remontadas europeas de los años 80, cuando el Bernabéu era una caldera que amedrentaba rivales e insuflaba ánimos a los madridistas para que se comieran al rival aún teniendo la remontada muy difícil. Eso se ha perdido con tanto cambio de jugadores y entrenadores. Como dije antes, nadie sabe transmitir esos valores del Madrid porque actualmente no somos el Madrid, somos un Manchester City de la vida.
El principal pecado capital que comete el ser Superiormente Superior es sustituir con dinero lo que tiene que hacer un proyecto deportivo coherente. El Madrid no es el Madrid, es el City de turno, el PSG. Un conjunto de jugadores que tienen la exigencia de ganar por norma cuando la mayoría no saben ni tienen estudiados la mayoría de movimientos en el campo. Sólo hace falta mirar a Barcelona para saber en donde se equivoca UNA Y OTRA VEZ este equipo.
Florentino se preocupa por temas accesorios: la construcción de un parque temático, la construcción de un resort de lujo, la nueva cubierta del estadio y demás, en vez de por temas capitales para que el Madrid tenga una estructura deportiva pionera en el siglo XXI.
-Presidente dictador incapaz de situar al club en el siglo XXI en cuanto a política de club se refiere, incapaz de dar un paso atrás o de reconocer sus errores. Incapaz de abrir el club a sus socios. El Madrid se va a pique mientras las élites lo gestionan mal y la mayoría de socios y simpatizantes quedamos al margen porque se nos ignora y no se nos escucha.
Es inadmisible la falta de transparencia que tiene este club. El aficionado madridista se siente desamparado porque ve que el presidente está haciendo mal las cosas, pero no puede emitir opiniones contrarias por lo costoso que es ser socio compromisario del club.
Y ya no hablemos sobre el hecho de intentar hacerte socio del club, porque es materialmente imposible hacerte socio de nuevo cuño si no eres hijo o nieto de socio. La razón que esgrime Florentino para eso es que no quiere que hayan más socios que asientos hay en el estadio. Con lo cuál, mientras otros clubes tienen 200.000 socios y pueden ayudar al club a obtener más ingresos, nosotros somos un club endogámico, el club más popular que está gestionado como un club municipal.
-Capitanes con menos cerebro que una ameba, incapaces de que el entrenador de turno le exijan nada porque tienen el amparo de una afición, una afición que un año pide más exigencia a los jugadores, y al otro dice que el entrenador es un cáncer porque les exige demasiado y los acaba quemando.
Es inadmisible que en un club de élite los capitanes del Madrid utilicen a la prensa para chantajear al club.
Hay que sacar las manzanas podridas del cesto antes de que estas infecten al grupo.
Esto decía Mourinho al respecto:
“Cuando en una caja de manzanas hay una manzana podrida, al poco tiempo, pudre al resto. Hay que sacar a las manzanas podridas a tiempo”.
-Afición: impaciente y mitómana, más de jugadores que de club, e incoherente. Aspecto ya comentado anteriormente.
-Prensa indigna y manipuladora azuzada por los jugadores que filtran a sus periodistas de cámara para que los periodistas tapen sus errores y consigan tener la ascendencia que tienen en parte de la afición.
Cada año estamos cayendo en los mismos errores y convirtiendo el Madrid en el Liverpool, un club histórico venido a menos, preso de su glorioso pasado pero inmerso en un futuro incierto.