Y ya casi en Julio , tenemos entrenador. Suerte para Ancelotti, que será la nuestra, y espero que prensa carroñera y aficionados cainitas y pseudos moderen su ímpetu a ver si este enésimo proyecto cuaja.
A mi el entrenador me gusta, en general sus equipos me parecen competitivos, que juegan bien, y me gusta el rigor de los italianos. En personalidad la verdad es que no sé si es más tipo general o de los suaves.
Espero ver buen fútbol, y sobre todo ganar títulos y ver crecer al equipo.
David_RM escribió:Queda por saber quién será el segundo, se ha hablado de dos: Cannavaro y Zidane. Prefiero al primero.
Por que?
Yo no veo a Zidane dirigiendo un vestuario, ni de primero ni de segundo. Creo que Zizou es muy inteligente, pero no lo veo como un líder. Todo lo contrario que Cannavaro. Simplemente es una cuestión de carisma, la función más importante del segundo entrenador es manejar el vestuario.
Pieza clave de la peor pesadilla blanca
REPASO A LA CARRERA DE ANCELOTTI COMO JUGADOR
Seguramente la imagen icónica de la carrera como futbolista en activo de Carlo Ancelotti como futbolista sea la de un sprint desatado para celebrar su gol a Paco Buyo en la devastación del Real Madrid ante el Milan en semifinales de la Copa de Europa. Era el 1-0, que daba paso a una de las mayores humillaciones del Real Madrid en su torneo (5-0) y abría un ciclo absolutamente dominado por el Milan de Arrigo Sacchi y sus prolongaciones en el terreno de juego: Franco Baresi y el propio Ancelotti.
Del líbero y del mediocentro dependía la articulación de un equipo que hizo de la defensa un arte comprimido en 20 metros. El ataque era cosa del trío holandés. Entre todos, armaron un equipo que conquistó dos Copas de Europa consecutivas (1989 y 1990, eliminando al Madrid en ambas) y mantuvo los cimientos para, ya con Fabio Capello, rozar de nuevo el título en el 93 y repetir en el festín de Atenas ante el Barça en el 94.
Pero en ese equipo ya no estaba Ancelotti, que no comulgaba con el ex técnico del Madrid. Su carrera la marcó Sacchi, el hombre con el que, también, se inició en los banquillos. El mismo que, ya con 28 años, le reclutó para su Milan desde la Roma, club con el que conquistó un Scudetto (1983) y cuatro Coppas. En San Siro, junto al más creativo Donadoni, formó la columna vertebral de un Milan que pasó de grande venido a menos a gigante en Italia y en Europa. De 'rossonero' lo ganó todo a pares: dos Ligas, dos Champions, dos intercontinentales y dos Supercopas de Europa.
La cruz 'azzurra'
Sin embargo, su carrera como internacional italiano no tuvo tanto vuelo. Jugó 26 partidos con la 'Squadra Azzura', anotando un gol. Una lesión de rodilla le impidió forma parte de los seleccionados para el Mundial de España -que ganaría Italia-, no jugó ni un minuto en el México'86 y puso fin a su carrera en el de Italia'90: titular en el debut ante Austria (1-0), desapareció de las alineaciones hasta el partido del tercer y cuarto puesto, en el que volvió a formar en el once inicial. En Estados Unidos, volvió a unir su camino al de Sacchi, viendo como segundo en el banquillo un torneo que acabó en subcampeonato para Italia.
Carlo, el ganador discreto
DOS CHAMPIONS Y LIGAS EN TRES PAÍSES DISTINTOS
Carlo Ancelotti inició su carrera en los banquillos a la sombra de su mentor, Arrigo Sacchi. También recogió influencias de Nils Liedholm, su técnico durante su exitoso ciclo en la Roma, pero fue Sacchi quien le convenció que podía pasar de ser sus ojos en el campo a diseñar sus propios planes maestros.
Tras ser ayudante de Sacchi en el Mundial de 1994, su primer equipo fue la Reggiana, a la que ascendió a la Serie A. Siguió haciéndose un nombre en el adinerado Parma de mediados de los 90, al que metió en la Liga de Campeones. Pasó luego a la Juventus, donde firmó una etapa de dos años sin títulos pero en la que trabó una firme amistad con Zinedine Zidane, el que será su segundo en Madrid.
Al igual que durante su etapa como jugador, sus grandes éxitos le llegaron como empleado del Milan. De 'rossonero' conquistó dos nuevas Ligas de Campeones, ante la Juventus (2003) y Liverpool (2007), después de sufrir, precisamente ante los 'reds', la remontada más increíble en la historia de la competición, en la final de Estambul en 2005, frente al Liverpool de un jovencísimo Xabi Alonso y dirigido por Rafa Benítez.
Ancelotti, un técnico siempre discreto -eludió con elegancia las críticas hacia su visión del fútbol incluso de su propio patrón, Silvio Berlusconi-, puso fin a su etapa en el Milan en mayo de 2009, tras añadir a su colección una Scudetto, una Coppa y un Mundial de clubes. Un día después, el 1 de junio, era anunciado como nuevo técnico del Chelsea, sustituyendo a Avram Grant. Florentino Pérez intentó hasta el final el fichaje del italiano para hacerse cargo de su segundo megaproyecto (Cristiano, Kaká, Benzema…), pero Abramovic le ganó por la mano.
En su primer año ganó la Premier, pero cayó en Champions ante el Inter de Mourinho. En su siguiente temporada, topó con el Manchester United tanto en Champions (cruce de cuartos para los 'red devils') como en Premier, que también fue a parar a Old Trafford. El 22 de mayo de 2011, tras una derrota ante el Everton en Goodison, era destituido.
Pero no tardó demasiado en encontrar un nuevo acomodo. El PSG le eligió para devolver al club de la capital a la elite del fútbol francés, lo que ha logrado en su segunda temporada tras ceder la Ligue 1 en la primera ante el modesto Montpellier. Pero este año no hubo rival para los Ibrahimovic, Thiago Silva, Verratti y compañía, aunque en Champions los cuartos (Barcelona) volvieron a ser su barrera. Un límite que, como siempre sin alzar la voz, debería ser capaz de volver a superar dirigiendo al Real Madrid.
Bueno, pues ya era hora, ya podemos empezar el proyecto...que a 25 de Junio la imagen de falta de seriedad ya alcanzaba topes históricos....
En fin, confío en su profesionalidad y su trabajo y en que se muestre firme ante la prensa que se cree que ha ganado la mayor de las batallas.Esperemos que tenga mucha suerte
Pieza clave de la peor pesadilla blanca
REPASO A LA CARRERA DE ANCELOTTI COMO JUGADOR
Seguramente la imagen icónica de la carrera como futbolista en activo de Carlo Ancelotti como futbolista sea la de un sprint desatado para celebrar su gol a Paco Buyo en la devastación del Real Madrid ante el Milan en semifinales de la Copa de Europa. Era el 1-0, que daba paso a una de las mayores humillaciones del Real Madrid en su torneo (5-0) y abría un ciclo absolutamente dominado por el Milan de Arrigo Sacchi y sus prolongaciones en el terreno de juego: Franco Baresi y el propio Ancelotti.
Del líbero y del mediocentro dependía la articulación de un equipo que hizo de la defensa un arte comprimido en 20 metros. El ataque era cosa del trío holandés. Entre todos, armaron un equipo que conquistó dos Copas de Europa consecutivas (1989 y 1990, eliminando al Madrid en ambas) y mantuvo los cimientos para, ya con Fabio Capello, rozar de nuevo el título en el 93 y repetir en el festín de Atenas ante el Barça en el 94.
Pero en ese equipo ya no estaba Ancelotti, que no comulgaba con el ex técnico del Madrid. Su carrera la marcó Sacchi, el hombre con el que, también, se inició en los banquillos. El mismo que, ya con 28 años, le reclutó para su Milan desde la Roma, club con el que conquistó un Scudetto (1983) y cuatro Coppas. En San Siro, junto al más creativo Donadoni, formó la columna vertebral de un Milan que pasó de grande venido a menos a gigante en Italia y en Europa. De 'rossonero' lo ganó todo a pares: dos Ligas, dos Champions, dos intercontinentales y dos Supercopas de Europa.
La cruz 'azzurra'
Sin embargo, su carrera como internacional italiano no tuvo tanto vuelo. Jugó 26 partidos con la 'Squadra Azzura', anotando un gol. Una lesión de rodilla le impidió forma parte de los seleccionados para el Mundial de España -que ganaría Italia-, no jugó ni un minuto en el México'86 y puso fin a su carrera en el de Italia'90: titular en el debut ante Austria (1-0), desapareció de las alineaciones hasta el partido del tercer y cuarto puesto, en el que volvió a formar en el once inicial. En Estados Unidos, volvió a unir su camino al de Sacchi, viendo como segundo en el banquillo un torneo que acabó en subcampeonato para Italia.
Sólo el Marca puede asociar el fichaje del entrenador, un proyecto ilusionante y una nueva etapa con un mal recuerdo para el Madrid y el madridismo.