EL MADRID DEFIENDE SU RENTA LIGUERA A TRES DÍAS DEL VIAJE A ROMA
Examen general para la Champions
SANTIAGO SIGUERO
En la semana de las renovaciones 'vitalicias' a Raúl y Casillas, la lucha por la cabeza de la Liga se adelanta al sábado. Real Madrid y Barcelona juegan sus partidos en la tarde-noche de este 16 de febrero, aunque en esta ocasión serán los azulgrana quienes cuenten con la ventaja de saber qué han hecho sus predecesores en la tabla. Una 'ventaja' que, si el Madrid gana en el Ruiz de Lopera, puede volverse en contra de los catalanes como un boomerang. Siempre, claro, con el permiso de un Real Betis que, aunque fuera del descenso, aún no puede respirar tranquilo. Ni mucho menos.
La temporada entra en su fase decisiva. En poco más de tres meses se ventilan los títulos (al menos, los títulos que incumben al Madrid, pues la Copa volvió a quedar en el olvido), y los de Bernd Schuster tienen motivos de sobra para sonreír, incluso pese a la lesión de Wesley Sneijder. La pasada jornada, aumentaron a ocho sus puntos sobre el Barcelona, que este fin de semana tiene una visita, como poco, tan complicada como la de los blancos (Zaragoza). Seguramente, en Chamartín firmarían que, el domingo, la vida (la Liga) siguiera igual. Pero con una jornada menos para el final, claro.
Definitivamente, el técnico alemán del Real Madrid ha dejado de lado su vertiente huraña del primer tramo de la temporada, cuando la cosa no pintaba tan clara, y se ha vuelto radicalmente optimista. Ni ve ansiedad por el inminente retorno del equipo a la Champions ni se rasga las vestiduras por las bajas (la verdad, bastantes) que asolan a su plantilla: Metzelder, Pepe, Saviola, Robinho y Heinze, además del mencionado Sneijder. De todos ellos, parece que sólo el zaguero argentino puede llegar a la cita del Olímpico. "Creo que el equipo no tendrá problemas para ganar los dos encuentros", dice, pese a todo, 'Bernardo', persuadido de la capacidad de reacción de los suyos tras el 7-0 al Valladolid que siguió a la dolorosa derrota en Almería.
De hecho, Schuster volverá a alinear en el Ruiz de Lopera al once que goleó al Valladolid. La única diferencia es que no estará Robinho de principio, pero el brasileño sólo jugó quince minutos ante los pucelanos. La sorpresa es que tampoco estará Van Nistelrooy. El técnico alemán ha decidido reservar al delantero holandés para el duelo del martes ante la Roma, aunque estará en el banquillo por si hiciera falta su participación en la segunda parte.
Los ejemplos de Mallorca y Almería
Ese resultado (el del pasado domingo) está muy presente en la mitad verdiblanca de Sevilla. Paco Chaparro confía a ciegas en su planteamiento y ha mostrado a su plantilla las trampas que Unai Emery y Gregorio Manzano tendieron a los blancos no hace mucho. Además, el técnico andaluz se atreve con un discurso valiente. "Yo nunca he planteado un partido a la defensiva", asegura, pese a las dos últimas derrotas ante Deportivo y Valencia, que han acercado peligrosamente al pozo a los sevillanos.
En lo deportivo, Schuster no rota. Más que nada, porque no tiene con qué hacerlo. Los focos apuntan a Arjen Robben, quien tiene en la baja de Robinho una oportunidad única para mostrarse. El técnico blanco también rescata de la enfermería a Van Nistelrooy y Miguel Torres, aunque el ariete podría guardar pólvora para Roma.
Por su parte, Chaparro recupera a Melli (ausente en Valencia por sanción), Odonkor, Mark González y Pavone, es decir, potencia de fuego. Las cuatro ausencias béticas con respecto a Mestalla (Álex Ortiz, José Mari, Xisco y Babic), por decisión técnica.