Empirico escribió:No entiendo cómo el fútbol ha podido llegar a este nivel de forofismo. Como sigamos en este línea, las aficiones serán cada vez más como las barras argentinas. Se critica a un jugador que es leyenda en el Real Madrid sólo porque ha venido a decir que la vida es muy larga y que no le cierra las puertas a ningun club, incluido el Barcelona. ¿Y qué tiene eso de malo? Él es un profesional, ha vivido, vive y vivirá del fútbol, y como tal profesional no puede ni debe cerrarse puertas. Así al menos debería verse. Es como el que trabaja en Mac Donalds, le echan o termina su contrato y luego le contratan en Burguer King: pues estupendo por él. Entendámonos: Raúl no es un forofo como muchos aficionados, es un profesional del fútbol, ni más ni menos.
Yo recuerdo hace muchos años cuando no era para nada anómalo ver cómo un jugador o un entrenador fuese fichado del Madrid al Barcelona o al Atletico o viceversa. Los cambios entre estos equipos se producían y nadie se rasgaba las vestiduras, ni hablaba de traidores, ni de ofensas ni de tonterías de esas. Y es que en aquellas épocas (años 50, 60, 70; sí, soy bastante mayor) el fútbol se veía como lo que es, un deporte, no había el forofismo que hay ahora, donde los aficionados a los clubs ven a estos como especie de sectas, de tal foma que si alguien osa pasar (o decir que algún día podría pasar) de una secta a otra ya se le ve como un hereje.
Es que a esa especie de forofos en realidad no les gusta el deporte como tal, ni entienden los valores que inculca. Solamente se sienten orgullosos de lucir su marca.
Esto llega hasta tal punto, que cuando tú equipo gana un título tiene un mérito extraordinario, pero cuando lo gana otro equipo es un título robado, adulterado y manchado. Yo no entiendo esta mentalidad como deporte o deportiva. El deporte es mucho más que sacar pecho porque eres del Madrid o del Barcelona.
Esto también consiste en aceptar una derrota, reconocer que tu rival ha sido superior y felicitarlo. Pero ahora esta de moda todo este circo que hay montado, con el fin de que haya gente incluso pegándose por el fútbol, cuando precisamente los valores del deporte es todo lo contrario a lo que estamos viviendo.