Que la diferencia de calidad de plantilla entre el Barcelona y el Real Madrid no es tanta como para justificar las goleadas habituales de 4-0, 5-0, etcétera, lo tengo asumido.
Pero, pese a que esa diferencia de calidad se debería resumir en una derrota por alrededor de dos goles, al final resulta que siempre se termina perdiendo por goleadas abultadas, salvo el brote verde de la temporada pasada. Es cierto que esta jornada el Real Madrid ha jugado sólo en la primera parte, no así en la segunda parte, que ha sido ya dejarse llevar, mejor que en otros duelos contra el Barcelona. Pero al final lo que queda para los registros es que el RM ha vuelto a salir goleado de estos clásicos.