10) Mineiro (Schalke): El mediocentro brasileño, campeón del mundo de clubes con el Sao Paulo, debe tener uno de los agentes más ‘espabilados’ del mundo. Y es que es difícil explicar cómo un jugador de sus mínimos recursos ha sido capaz de vestir camisetas tan distinguidas como las de Chelsea o Schalke. Esta campaña regresó a la Bundesliga, donde triunfó con el Hertha hace unos años, para ser un simple comparsa. Sólo ha disputado 434 minutos y a sus 34 años encamina la recta final de su carrera con calma. Tanto sobra en los planes de Magath, que el técnico fichó en invierno a Kluge y Alexander Baumjohann para esa misma posición.
9) Arthur Wichniarek (Hertha Berlin): Perfectamente acostumbrado a ganarse la vida en la Bundesliga, donde lleva toda su vida anotando goles de mucho pese en equipos humildes, el Hertha pensó en verano en el polaco como salvación. Sin embargo, la aportación del ex punta del Arminia Bielefeld (que el pasado curso anotó 13 goles), ha sido mínima e incluso aún se espera que marque su primer gol con los capitalinos. Un fichaje desastroso que supuestamente iba a suplir la marcha de Andriy Voronin. No es que se esperara al gran goleador del año, pero sí una aportación extra que diera mayor fuelle a los del Olímpico.
8)Juan Arango (Borussia Monchengladbach): Puede que a más de uno le sorprenda ver al internacional venezolano en esta lista porque es un fijo en los planes del Gladbach, porque no se cae del once inicial y porque suma en un equipo que busca la salvación. Sin embargo, para todos aquellos que conocemos el nivel del crack de la ‘vinotinto’, su aportación al legendario equipo teutón está siendo mínima. El ex del Mallorca, con una pegada bestial y mucha llegada, no levanta cabeza, está escorado en banda izquierda y no aparece con facilidad en ataque. Sólo dos goles demuestran que su llegada a la Bundesliga no ha sido tan prolífica como él mismo pensó.
7) Mario Gómez (Bayern Múnich): Diez goles no es una mala cifra pero sí lo es cuando representas el gran fichaje del año, el más caro económicamente hablando y el que levantó más expectación por tratarse del delantero centro de la selección alemana. El ‘torero’ Gómez no acaba de ganarse la confianza de aquellos que dudamos claramente de su capacidad. Empezó como titular pero cuando Van Gaal se ha jugado la campaña, cuando han llegado los partidos de primerísimo nivel, Olic o Muller le han terminado de quitar el puesto. Un artillero con balas de fogueo que aún tiene que dar mucho más a los bávaros.
6) Thomas Kahlenberg (Wolfsburgo): Tras varios años sonando para dar el salto del Auxerre a un grande de Europa, merecido por sus buenas campañas en la Ligue 1, al extremo danés le llegó la opción del Wolfsburgo. La idea de la Champions, de llegar a un campeón liguero y de hacerlo en un equipo ofensivo que le iba al dedo, no ha sido suficiente para el caótico año que está viviendo. Es un auténtico ‘segundón’ en la plantilla pues sólo ha disputado 226 minutos, una mínima aportación para quien debía ser jugador básico para reforzar al campeón germano. Llegó para suplir las deficiencias físicas de un Misimovic que se lesionaba con facilidad pero el bosnio ha tenido que redoblar esfuerzos. Un fichaje fallido.
5) Marcus Berg (Hamburgo): Me produce lástima tener que escribir en clave negativa acerca del que considerábamos este pasado verano como uno de los delanteros más en forma del panorama internacional y una joven promesa a punto de explotar. El Hamburgo, perfecto escenario para errar en cuanto a intenciones de progresar, cumplió su mal endémico con los delanteros y el sueco, llegado del Groningen a base de euros (11 exactamente), ni tan siquiera se hizo oficialmente con la titularidad. Cuatro goles, incapacidad para ser el punta de lanza del club y superado en cuanto Guerrero y Van Nistelrooy han aparecido en escena, el escandinavo ha errado en su primer intento serio en un campeonato de mayor nivel.
4) Anatoliy Tymoschuk(Bayern Múnich): Pasar de pieza clave y básica en el campeón de la UEFA (Zenit) a no tener minutos en su intento de levantar aún más su carrera, no es fácil de asimilar y en ello está el mediocentro ucraniano. Nunca ha podido llevarse bien con un Louis Van Gaal que incluso ha dado confianza en la medular a jugadores menos habituados a esas labores como Bastian Schweinsteiger o Daniel Pranjic. Llegaba para suplir al veterano Mark van Bommel y debía ser la primera opción para el centro del campo. Números pobres para un jugador absolutamente determinante en todas aquellas plantillas a las que defendió anteriormente.
3) Karim Ziani (Wolfsburgo): No es un crack o, al menos, aún no lo ha demostrado pero sí se esperaba muchísimo más de un extremo ofensivo y con atrevimiento para el desborde como el argelino. Cierto es que se ha visto desbordado por múltiples lesiones a lo largo de la campaña pero cuando ha estado listo, no ha dejado el banquillo. Lorenz-Guenther Koestner, sustituto de Armin Veh, no ha confiado nada en sus cualidades cuando ha querido dar un aire nuevo al equipo y siempre ha elegido al japonés Makoto Hasebe e incluso al carrilero Sascha Riether, por delante de él. Mal augurio para una de las estrellas de Argelia en Sudáfrica 2010.
2) Aliaksandr Hleb (Stuttgart): Desechado por Guardiola en su proyecto culé, el bielorruso, que sonó para equipos de mayor categoría y que parecía tener aún mucho por mostrar en el primer nivel, cayó en picado. Y nada parecía preverlo cuando llegó al club donde se hizo grande, un Stuttgart que volvía a Champions y que tenía un proyecto acorde a sus cualidades. El retorno fue pésimo, no encajó con Markus Babel, el equipo se vino abajo y aunque ahora con Groos han levantado el vuelo, no ha ocurrido lo mismo con un Hleb que apenas tiene constancia ni moral. Ya ha dejado caer que no seguirá un año más, que regresará a Barcelona y que por Stuttgart no dejará ni tan siquiera buenos amigos…
1) Lukas Podolski (Colonia): Era el regreso del niño pródigo de la ciudad, del último representante del buen aroma futbolístico de la ciudad y de aquél que había logrado dar el salto al gigante alemán previo paso por la humildad de Colonia. Podolski llegaba para colocar al equipo de su corazón en la tranquilidad de la zona media pero no sólo ha fracasado, sino que ha visto como el proyecto se desvanecía ante sus ojos mientras eran otros los que luchaban porque no se derrumbara definitivamente. Titular fijo por su nombre más que por su rendimiento, sólo ha logrado dos goles y Joachim Low duda por vez primera en años si llevarle o no con la selección alemana a Sudáfrica.
