Un joven niño llamado William es hijo de un poderoso militar que tiene mucho poder en el gobierno, desde que William tenía tres años su madre tubo que ir a una sicoterapeuta, William siempre elegía a su niñera que siempre solía ser un hombre guapo y musculoso, su madre pensaba que lo elegía para que pudiera protegerle, pero no era cierto, el joven William no quería a nadie, solo se preocupaba por si mismo.
El joven William era ya un niño de 5 años que entró en un bar con su madre –cariño, esperare aquí que voy un momento al baño, toma, pídete un recerco si quieres- le dijo su madre y le dio 20 Euros, luego entró un hombre en el bar y empezó a tomarse copas sin parar, William no paraba de mirarle, se veía guapo y atractivo, pero lo que llamó la atención al joven William era que no paraba de tomar copas de un trago y seguía totalmente despejado, no se emborrachaba, era como si el alcohol no le hiciera efecto o se le pasaba en menos de un segundo, luego salió la madre –cariño, no mires a ese hombre, si te fijas en su pinta se ve que es un degenerado, además, tú vivirás muchos más años que él, el pobre no para de emborracharse y fumar- le decía su madre mientras se iba del bar –valla, esa mujer como te a juzgado sin conocerte- le dijo el camarero al hombre –ese niño es un maricón renegado, se lo he notado- le respondió el hombre.
William ya estaba en sexto de primaria, era un estudiante espléndido, sacaba muy buenas notas, se le daba bien sobre todo conocimiento del medio y matemáticas, estaba en su cuarto y abrió su armario, apartó la ropa para ver el póster de Pierce Brosnan –cariño, sal a la calle, estarás cansado del colegio- le dijo su madre y William salió a la calle.
William estaba en el parque aburrido y entonces vio a un anciano paseándose solo por lo árboles y fue allí, cuando llegó le dio una paliza al anciano que lo dejó en el suelo sin poderse levantar y le quitó la cartera, el colgante, el reloj y el anillo de oro y se fue corriendo, pero se tropezó con una banda –anda, anda, mira que tenemos, un autentico vándalo- dijo el cerebro de la pandilla –podéis denunciarme si queréis, pero mi padre tiene mucho poder en el gobierno y el juez os meterá en el manicomio- le respondió William –no vamos a denunciarte, solamente queremos ser tus amigos, somos un grupo que nos dedicamos a robar y cafrear por la calle, nos vienes bien tú, sabes con lo chico que eres y haces delincuencias estupendas, y por si nos pillan tu padre puede sacarnos del lío ¿qué me dices?- le propuso el jefe de la banda –por su puesto, siempre quise ser poderoso y temido- les contestó William.
William estaba en su habitación –cariño, un grupo de amigo te llama-le dijo su madre mientras estaba estudiando química, y bajó, cuando salía con sus amigos la madre lo paró –esta es la gente que te va, y no el borracho que mirabas hace tiempo en un bar que encima iba mal afeitado- le decía la madre como consejo y empezó a robar y a pegar a la gente con el grupo, también en las tiendas uno entretenía al hombre de la tienda mientras otro robaba y luego se iban, también hubo una mujer con un carrito, uno del grupo la entretuvo cuando William tiró el arrito con el bebé a un lago para que se ahogara, pero la madre vio que no estaba el carro y fue al lago y se metió para sacar al niño, ella pensaba que el carro se había caído con el viento –mira que patética, como se ha mojado- dijo William –si, que pena que no esté buena, tengo una idea, he visto algo interesante en la playa, vamos para echar un vistazo- sugirió el jefe de la banda.
La banda fueron a un banco al lado de la playa y se sentó una mujer muy atractiva en él –mirar que buena está, mira que tetas, William, es tu oportunidad, vete detrás de ella y métele tu mano dentro del sujetador, puedes huir sin que te vea- le dijo el jefe de la banda y William la miro, pero no podía hacerlo, se sentía mal de pensarlo –lo siento, no puedo, no es mi estilo- les dijo William -¿qué? Ahora te has hecho honrado, ya no cuentes con nosotros, no queremos verte más menaza- le dijo el jefe de la banda y se fue –no os necesito, soy mejor que vosotros- decía William en voz baja y luego llego el novio de la chica de la playa en bañador de los que son como calzoncillos, estaba musculoso y tenía un gran paquete, se empezaron a besar, William se puso detrás del banco, introduzco el brazo en medio de los dos y metió su mano en el bañador del novio tocándole el pene y luego se fue corriendo –mi amor, no me hagas eso aquí, que pueden vernos algún niño- le dijo el novio a la chica creyendo que fue ella –los niños ya ven a mucha gente besándose hasta en la películas- le respondió la chica al novio –sabes que no me refiero a eso, por favor, el pirulo tócamelo solo en casa- le contestó el novio y la chica se quedó asustada.
William llegó a casa –mamá, quiero apuntarme a un gimnasio para ponerme cachas y atractivo- le dijo William a su madre –eso está bien, veo que por fin mi hijito se ha enamorado de una hermosa princesita y quiere cortejarla- le respondió su madre.
La madre de William estaba hablando con la sicoterapeuta de lo ilusionada que estaba porque su hijo querría ponerse fuerte –bueno, sobre lo que me has contado de que pedía canguros cachas y fuertes y eso, yo abriría la posibilidad de que su hijo sea homosexual y no quiera reconocerlo y pueda ser un problema para él- le dijo la sicoterapeuta como consejo –bastarda, no digas eso de mi hijo, te voy a denunciar- le contestó ella enfurecida –tranquila, solo estaba de broma- le dijo la sicoterapeuta asustada con miedo a que ella hiciese una locura –pues no vuelvas a bromear con William, es mi hijo, y se que hará grandes cosas cuando sea mayor- le decía la Madre de William.
Diez años después William estaba en la universidad, estudiando para laboratorio, era el mejor de la clase, el único que sacaba diez en lo exámenes y después del aprobado del segundo trimestre el profesor se habló con él –William, eres sabio e inteligente, la física y la química se te da muy bien, no entiendo tu obsesión por ser militar, científico es lo tuyo, no desperdicies tu futuro- le dijo el profesor –lo entiendo señor, pero yo quiero seguir de verdad a mi Patria- le respondió William –no tienes por qué ser como tu padre, chico uno sigue su propio camino cuando es mayor, independiente mente de sus antepasados- le dijo el profesor –no es por mi padre señor, es por mi, quiero ser poderoso, quiero ser respetado, y quiero que los demás me admiren- le contestó William –respeto tu decisión William, pero, sea cual sea tu profesión siempre serás admirado y respetado, eres un chico muy inteligente, sabio y honrado- le respondió su profesor.
William salió de clase hablando de lo bonito que era la tecnología, lo lejos que llegaba y de repente se le cayó la maleta –yo te ayudo- le dijo uno –gracias- le respondió William y el ayudante vio un libro del Barça -¿estudias Futbol Club Barcelona? Es despreciable- le dijo el ayudante –si, yo opino lo mismo- le respondió William -¿y por qué le compras su libro?- le preguntó el que le ayudo –porque cuando alguien te cae mal, tienes que estudiarle a fondo, para saber como poder controlarle, el Barça es el más experto en los equipos de futbol, y si aprendes del experto, puedes llegar a ser mejor que él ¿entiendes?- le dijo William-si, por cierto, soy Real Madrid, el mayor rival del Barça, y un hombre tan inteligente como usted, puede ayudarme- le dijo el Real Madrid y se fueron a un callejón a solas -¿sabes? Tú yo yo compartimos el mismo secreto, por eso te traje aquí, porque aquí nadie se enterará- le dijo William -¿de qué hablas?- le preguntó el Real Madrid y Williams le dio el mayor morreo que había conocido -¿sabes? Soy pasivo, pero el Barça sabe que soy maricón, y por eso quiero destruirle- le dijo el Real Madrid –yo te ayudaré cuando sea militar ¿puedes ponerte en pompa, quiero probar el trasero masculino por primera vez- le dijo William, el Real Madrid se puso en ponpa y William se bajó la cremallera del pantalón.
William estaba chateando con el Real Madrid –William, cariño, deja ya el ordenador, ven conmigo a la fiesta, mi amiga Patri viene con su hija, es muy guapa, y de tu edad- le dijo su madre -¿por qué está tan pesada con buscarme novia? no pienso ni darle dos besitos de saludo.
La madre de William lo llevó a la fiesta –mira cariño, esta es mi amiga Patri- le dijo su madre –hola cielo, eres tan guapo como me contó tu madre ¿por qué no tomas algo con mi hija Susana- le dijo Patri a William y se fue con ella a la barra –mira, una despedida de soltera, bueno, esto es cosa de mujeres- le dijo Susana a William y él se quedó embobado mirando al hombre que bailaba en calzoncillos –a, te entiendo, eres homosexual- le dijo Susana al verlo mirando –no, solamente estaba mirando como se vuelven locas las chicas- le respondió William –no es malo serlo, es algo natural, tranquilo, seremos amigos y no contaré tu secreto a nadie- le contestó Susana a William –vale, salgamos fuera a solas- le dijo William y se fueron a una estación de trenes abandonada –seré todo oídos, y tranquilo, tu secreto conmigo está a salvo, sentir amor por los hombres lo tienen muchos y se integran bien en la sociedad- le dijo Susana –está bien, ya, ya no le mentiré, de chico, descubrí que me atraían los hombres, pero no puedo sentir cariño por nadie, no aprecio ni a mi familia, no aprecio a los demás, soy totalmente egoísta, maricón por supuesto, pero no siento amor hacia los hombres, solo atracción sexual, y yo prometí que nadie sabría mi secreto, tanto personas que los desvelarían- le dijo William, cogió un trozo de metal partido oxidado con punta punzante y le atravesó el estomago a Susana matándola –como a las que se los guardarían- dijo William después, cogió el cuerpo de Susana y lo enterró en el campo de al lado junto al arma del crimen.
William volvió a la fiesta -¿dónde está mi hija?- le preguntó Patri a William –no lo se, solamente estuvimos juntos hasta la barra, ella se fue a la fiesta de despedida de soltera de al lado y yo me fui a bailar a la sala discoteca- le respondió William –pues voy a buscarla, ya es tarde y tenemos que irnos- le contestó Patri –nosotros también nos vamos cariño, aunque sea viernes no debes perder las costumbres- le dijo su madre.
El lunes William salió de clase con sus amigos y estaba explicándole cómo se podían manipular los genes, pero luego ellos se pusieron a mirar un cartel con la foto de Susana de desaparecida –por Dios, esta chica es la de la clase de Contabilidad, una chica tan inteligente como nuestro amigo William, me pregunto que le habrá pasado- dijo un compañero –desde luego es algo trágico, aunque no la haya conocido, me afecta pensar que le haya pasado algo malo- les contestó William.
William volvió a casa y vio que no estaba la comida –mamá, noi has hecho de comer- le dijo William –no tengo ganas de hacer nada, a mi amiga Patri la acaban de ingresar en salud mental, y tienen que sedarla constantemente y vigilarla para que no se suicide- le contestó la madre –es por lo de su hija verdad- le respondió William –si, su desaparición le afectó tanto que perdió el juicio, y ya no puede con su alma, se que tú te ofrecerías a consolarla, pero no eres Psicólogo cariño, no puedes hacer nada- le dijo su madre.
A los pocos meses William terminó su carrera siendo en primero de toda la universidad –enhorabuena, ya estas licenciado y preparado para laboratorios, te deseo un gran futuro hijo- le dijo el director de la universidad –estamos muy orgullosos de ti, siempre serás nuestro mejor amigo y estudiante- le dijo un compañero –gracias amigos, todos me habéis apoyado muy bien, ahora mi padre me ayudará a entrar en el mundo de los militares y pondré orden en todo el país- les dijo William a toda la universidad y al salir fue a un bar –con que militar y una carrera de científico, me gustan los hombres inteligentes- le dijo una chica –gracias, estoy tan contento que le invitaré a una copa- le dijo William y empezaron a charlar.
William estaba hablando con el Real Madrid –mi querido esclavo sexual secreto, tengo que contarte algo, voy a casarme con esa chica- le dijo William –eres maricón como yo, tu y yo somos amantes, no puedes casarte con una mujer- le respondió el Real Madrid –ya, pero, la chica que asesiné descubrió que soy maricón, y si no me caso con una mujer, temo que lo descubran los demás, pero no te pongas triste Madrid, en secreto siempre aremos el amor, te lo prometo- le contestó William.
William entró como militar en el ejercito –muy bien señor, tu padre nos convenció para que te aprobáramos, si apruebas con éxito nuestro trabajo, podrás llegar a ser un comandante superior, general o coronel- le dijo el jefe de la campaña militar –gracias señor, y me gustaría también cerebrar una boda militar, y todos estáis invitados- le respondió William.
William salió del altar militar con su mujer, su madre estaba tan contenta que ni se acordaba de su desgraciada amiga Patri –cariño, prepararé tus cosas para tu mudanza ¿vale?- le dijo su madre –de acuerdo, pero no mires ni mis fotos ni leas nada de lo que tengo- le respondió William.
William llegó a su antigua casa para recoger sus cosas y vio a su madre sentada en la cocina -¿qué te ocurre mamá?- le preguntó William –no me llames mamá, no quiero a un asesino en mi casa, he leído tu diario, por tu culpa mi amiga Patri está ingresada y sedada, eres despreciable, matar a una chica inocente por descubrir que eres homosexual, y te casas para que no se den cuenta los demás- le contestó su madre –eso no lo escribí yo, fue un compañero de la universidad que entró aquí y se enfadó conmigo, llego a saberlo y lo denuncio- le respondió William –no intentes engañarme sicópata, conozco bien tu letra y tu manera de escribir, y se que cuando mientes tu letra no es tan perfecta, el borracho que veías de chico era mucho más hombre que tú, él seguro que no mataría por una locura, y si te matase haría un favor a este mundo- le contestó su madre –de acuerdo señora, te diré lo que se me pasó por la cabeza, ella, descubrió mi secreto, y no voy a permitir que me arresten- le dijo William, cogió el cuchillo jamonero y se lo clavó a su madre matándola, lo limpió con un trapo y llamó al Real Madrid –ven a casa de mi madre, la acabo de eliminar por descubrir mi crimen, necesito que limpies la sangre, cojas toda su ropa, sus pertenencias y lo lleves todo al campo donde está enterrada la hija de su amiga, el gobierno pensará que se fugó para huir de los problemas, estaba todo el día de pastillas y sicoterapeutas, no era muy feliz aquí- le dijo William al Real Madrid por teléfono –de acuerdo, de paso, podrías darme leche en mi trasero para descansar al terminar- le respondió el Real Madrid.
William enterró a su madre junto a sus maletas con sus pertenecías y a la chica que mató en la estación de trenes abandonada y se fue a la estación donde mató a la chica –aquí fue donde maté a la hija de su amiga- le dijo William –y donde mismo hiciste la muerte, haremos el amor nosotros- le contestó el Real Madrid –lo prometido es deuda cariño, cuando sea un comandante poderoso, tú serás mi mejor soldado, y mi mejor arma- le respondió William y empezaron a besarse.
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