Iniesta salva el ridículo absoluto
España jugó más de una hora con diez e Iniesta salvó los muebles
Partido penoso de España ante los colistas del grupo. El árbitro ayudó a Islandia, que jugó muy duro. España es segunda de grupo gracias a la diferencia de goles.
A España le quedan cuatro partidos para cerrar la clasificación, que ahora está más cerca gracias a que se pudo empatar en los últimos minutos ante una Islandia muy leñera. El partido empezó bien, pero la expulsión de Xabi Alonso cambió el guión, y también la actuación del árbitro, que parecía tener dos varas de medir a la hora de sacar tarjetas-.
Tres minutos tardó España en llevar peligro al área islandesa. Villa chutó raso y fuerte una falta cometida sobre Torres, pero Arason sacó una mano tremenda para repeler un disparo que parecía que se colaba. Sin embargo, desde ese momento comenzaron los problemas para la selección, que se dio cuenta de que Islandia puede ser un equipo nulo técnicamente, pero tácticamente impecable.
Un ejemplo de esta buena disposición táctica de los islandeses era el marcaje al hombre sobre los mediocentros, con lo cual los encargados de sacar el balón jugado eran Juanito y Marchena, es decir, clarividencia cero.
El mediocampo no funcionaba: ni Xavi aparecía ni Xabi Alonso encontraba las bandas, por lo que Joaquín y Silva no recibían un solo balón. En esas estaba el equipo, intentando cuanto menos mover el cuero para abrir la defensa islandesa, cuando en el minuto 19 Xabi Alonso se enzarzó con Steinsson sin el balón de por medio, con lo que se ganó una roja un tanto rigurosa a instancias del juez de línea.
Acto seguido llegó un cambio que, paradójicamente, mejoró un poco la cara de España. Aragonés retiró a Pernía (que estaba con amarilla) y dio entrada a Albelda, lo que permitió un cierto desahogo a Xavi en la creación. Eso sí, a cambio de quedarse con tres defensas, lo que sería determinante en el gol de Islandia.
Islandia golpea primero
Los islandeses pusieron el nudo en la garganta de la selección a su manera, es decir, con más empuje que otra cosa y colgando balones una y otra vez. Y ya dice el refrán que el cántaro acaba por romperse, y hoy se rompió en el minuto 39, cuando Hallfredsson remató completamente solo en el segundo palo un centro desde la derecha.
Hay que decir que de los tres defensas de España, Marchena había salido a tapar el centro y Juanito no sabía ni donde estaba. Sergio Ramos se vio solo en la frontal del área pequeña, encargado de cubrir a los dos islandeses que estaban al remate, es decir, no cubrió ni a uno ni a otro, con lo que Hallfredsson solo tuvo que tirarse en plancha para batir a Casillas.
Entretanto, España había llegado en un par de ocasiones aisladas, sobre todo gracias a arrancadas individuales del 'Kid' Torres. Las llegadas de España tenían invariablemente un destino: las manos de Arason, que estaba empeñado en repetir la actuación del partido de la primera vuelta en Palma, cuando parecía un pulpo más que un portero.
Tras el descanso el guión no cambió en exceso. Inseguridad en defensa, Torres-dependencia en ataque y una indefinición tremebunda en el centro del campo. Xavi no cogió el ritmo al partido en ningún momento, mientras que Albelda es una sombra de lo que alguna vez fue. Eso sí, los islandeses decidieron seguir con la estrategia de "o pasa el balón o el jugador, pero nunca los dos", con la connivencia del árbitro alemán, que solo sacó una amarilla a los locales cuando pudieron ser algunas más.
Iniesta salva un punto
España pedía un cambio a gritos, pero parece que Aragonés no estaba viendo el mismo partido que los demás, y decidió sentar a Torres, el mejor de largo del equipo, para dar entrada a Iniesta. El del Barça le dio un poco más de aire al ataque, pero resulta que se había ido el mejor y que Villa no es el del año pasado, con lo que en ataque continuaba la sequía.
La última media hora fue un continuo ataque español, pero cuando se ataca con más corazón que cabeza se suele acabar con balones colgados, lo que, evidentemente, facilitaba el trabajo a los defensas árticos.
Joaquín dejó su sitio a Luis García, pero el panorama no cambió. Solo lo hizo cuando apareció Iniesta, el mejor desde que entró en el campo, que en una jugada personal con penalti incluido batió por abajo, cómo si no, al portero islandés.
Al final, un punto que sabe a gloria, ya que gracias a la derrota de Irlanda del Norte en Letonia la selección se coloca a tres puntos del liderato en la segunda posición, eso sí, gracias al 'gol average'.