Raúl celebra su decimoquinto aniversario vistiendo la camiseta del Real Madrid
Llegó al Real Madrid siendo Cadete, y después de quince años, Raúl es el gran capitán. El líder del Real Madrid dentro y fuera del vestuario. Él, más que nadie, ha demostrado el amor por unos colores, por un escudo, y sobre todo, por querer llegar a superar todas las metas que se proponga. Raúl lleva quince años vistiendo la camiseta del Real Madrid, y espera poder seguir muchos años más defendiendo la camiseta blanca.
Fue un 20 de septiembre de 1992, con 15 años, cuando se enfrentó con el Cadete A al Alcalá en la antigua Ciudad Deportiva. Por aquel entonces, Raúl González Blanco tan sólo era un recién llegado a este club, del que, en poco tiempo, se convertiría en todo un estandarte para su afición y para su historia. Procedente de las categorías inferiores del máximo rival, el Atlético de Madrid, Raúl llegó al Real Madrid tras la disolución de la cantera rojiblanca. Su última temporada como rojiblanco consiguió anotar la friolera de 55 goles, hecho que le sirvió como aval en su llegada al Real Madrid en la temporada 92-93. Han pasado quince años en los que Raúl ha marcado un total de 452 goles en las distintas competiciones oficiales –además de los 61 que ha conseguido con las distintas categorías de la selección nacional- y sigue con las mismas ganas que aquel día en el que debutó.
En aquel primer partido oficial con la camiseta del Real Madrid, Raúl González Blanco anotó también su primer gol dentro de un marcador de goleada -5-0 ante el Alcalá-. Raúl desde entonces no ha parado de marcar goles, convirtiéndose en el máximo anotador de la Copa de Europa –con 57 goles-, y en el tercer máximo artillero de la historia del Real Madrid –por detrás de Di Stéfano y Santillana- con 272 tantos. Su historia de blanco comenzó aquel 20 de septiembre de 1992 en el equipo Cadete A del Real Madrid, una temporada después, pasó a formar parte del equipo Juvenil B, para rápidamente conseguir el ascenso al Juvenil A, donde terminó la temporada 93-94. Su ascenso meteórico por las categorías inferiores de La Fábrica le llevó a vestir la camiseta del Real Madrid C, tercer equipo blanco y último paso que dio Raúl, en la temporada 94-95, mismo año en el que debutó con la camiseta del primer equipo ante el Real Zaragoza en La Romareda.
Una vida de blanco marcando goles, tantos importantes que le han dado títulos al Real Madrid, y que le han subido a lo más alto de la Cibeles para celebrar cinco Ligas, tres Copas de Europa, tres Supercopas, dos Intercontinentales y una Supercopa de Europa, un palmarés envidiable. Muchos partidos y muchos goles que le convirtieron también en un fijo de las listas de la Selección Española en todas sus categorías, y del que se convirtió en capitán tras vestir la de la absoluta en 44 ocasiones. Sin duda sus números son los que le han convertido en uno de los jugadores más importantes de la historia del Real Madrid, con 613 partidos, siendo el tercer jugador –detrás de Santillana (643) y Sanchis (712)- que más veces ha vestido la camiseta del Real Madrid.
Muchos años en los que no ha dejado de marcar goles, de bella factura, efectivos, brillantes, y sobre todo importantes. La temporada 07-08 ha empezado bien para el delantero. Más cerca del área, donde más daño hace, Raúl ha marcado ya tres tantos –dos en Liga, ante Atlético de Madrid y Villarreal, y uno en Champions, ante el Werder Bremen-.
Tras conseguir la trigésima Liga del Real Madrid la pasada campaña –quinta en su vitrina particular- Raúl se convirtió en el abanderado de un lema que ha despertado el espíritu de equipo que tanta gloria le ha dado al Real Madrid. Raúl es el capitán del Real Madrid, el espejo en el que todos los futbolistas que llegan al equipo blanco se fijan. Madridista por encima de todo, Raúl representa todos los valores que un club como el Real Madrid tiene como filosofía de vida: garra, perseverancia, trabajo, humildad, y sobre todo calidad humana y futbolística. Quince años en los que Raúl ha demostrado que el secreto del éxito está, por encima de todos, en la fidelidad a un club por el que cada domingo desde hace muchos años, sigue dándolo todo.