El Almería de Emery desafía al gran Madrid
Baptista, titular. Viajó Diarra. Negredo se estrena ante su ex equipo
Almería fue Alejandría en Cleopatra, el paisaje de Lawrence de Arabia y la superficie lunar en 2001: Una odisea en el espacio. Antes y después representó el viejo Oeste americano y hasta la pradera del Condemor. Ahora es Alaska con plásticos en lugar de nieve. Me refiero a la potencialidad y a lo inexplorado. Al futuro. Y esa condición de lugar emergente se refleja en su equipo de fútbol, Unión Deportiva Almería, nacido en 2001 de la fusión de los dos clubes de la ciudad, el Polideportivo y el Almería Club de Fútbol.
Empezando por ese deseo por integrar y no desintegrarse, todo es nuevo allí. El estadio de los Juegos Mediterráneos, por ejemplo, fue inaugurado en 2004. El entrenador del equipo, Unai Emery, fue bautizado hace 36 años. El portero, Diego Alves, es brasileño.
Pero lo más asombroso es cómo la novedad se ha transformado en modernidad. El Almería, con el quinto presupuesto más bajo de la categoría (25 millones de euros), ocupa el octavo puesto en la Liga. Y juega bien. Y cae mejor.
El Real Madrid visita ese equipo y esa ciudad. Y lo hace rodeado de un ambiente Míster Marshall, porque Almería, sin rivalidad deportiva ni política con la capital (aún), permanece como territorio madridista y lo celebra. Es extraño cómo unos lugares se ligan a otros.
En ese clima (20 grados) se presenta el flamante líder, que no tiene más preocupación que no tropezar con la euforia, y así lo hizo constar Schuster en adusta conferencia de prensa, porque se puede ser feliz sin sonreír.
Deportivamente, la única novedad en el once titular del Madrid es la ausencia por sanción de Gago, que será sustituido en el centro del campo por Baptista. Diarra, al que se esperaba procedente de Mali el jueves a primera hora, llegó ayer al mediodía. La duda es saber si viajó en avión. Si se desplazó en autobús, su puntualidad es irreprochable, porque esas carreteras no están nada bien. El jugador africano entró finalmente en la convocatoria, pero aguardará turno en el banquillo.
Se quedaron fuera de la lista Codina, Saviola (doble esguince) y los defensas Pepe, Heinze y Metzelder, que continúan en la enfermería porque la maldición de los centrales es mentira.
Por otro lado, los números siguen haciendo la ola al Madrid: persigue su novena victoria consecutiva en Liga, algo que no consigue desde 1986, con Beenhakker en el banquillo, La Quinta en el césped y Hugo al remate. Schuster, por cierto, suma 15 puntos más de los que logró Capello el pasado año a estas alturas de la temporada. Ningún equipo ha mejorado tanto.
Para no abrumarse, el Almería debería centrarse en el enfrentamiento directo, en el partido del Bernabéu, cuando pudo ganar por poco y perdió por mucho (3-1). Esa tarde, sin embargo, descubrió su talla y su fútbol, sus opciones de seguir en Primera y más allá.
Racha. Después de dos jornadas sin ganar, el equipo acumula tres victorias por la mínima (Espanyol, Deportivo y Valencia), porque no hay nadie que rentabilice tanto sus goles: 29 puntos con 18 dianas.
En este apartado, Negredo (seis tantos y cuatro tiros a los palos) merece un capítulo aparte. Formado en el Real Madrid, es un delantero que engaña: parece rudo, tosco y hasta, por momentos, tronco. Sin embargo, es un futbolista notable, con sentido del juego y del pase, con talento para vivir de espaldas y con instinto para atacar de frente. Ese gol de falta que marcó a pase de Corona, que le levantó el balón y le sirvió la volea, fue una obra de arte.
Negredo se medirá por primera vez al Madrid, ya que su traspaso le niega la posibilidad de jugar en el Bernabéu, pero le permite alinearse en el campo de su nuevo equipo. Se trata de una cláusula con pase pernocta y prisión atenuada.
Táctica. Si Emery apuesta por la contención, Corona, que deslumbró en el Bernabéu y ha entregado cinco asistencias en Liga (Guti suma ocho), podría arrancar en el banquillo. Si el técnico acepta el intercambio de golpes, debería ser titular.
Felipe Melo es la otra clave del centro del campo y de su talento dependerán los movimientos de ataque. Las faltas que se generen en cada acercamiento se habrán ensayado ya un millón de veces.
Se espera lleno en el estadio del Mediterráneo, aunque los precios para los no abonados son de hipoteca y oscilan entre los 90 y 300 euros. Hace 18 años que el Madrid no visita la ciudad y Almería tiene ganas de ver pero, sobre todo, de mostrarse.
P.D: Asnilx, ya te he mandado el privado explicandote lo del link
P.D2: Por cierto, tienes que editar el titulo del post, porque el Real Madrid juega fuera, no en casa!