El presidente del Oporto, Jorge Nuno Pinto da Costa, tendrá que responder ante el Tribunal de Instrucción Criminal de Oporto por un supuesto delito de "corrupción activa", según informaron hoy fuentes judiciales.
La juez Anabela Tenreiro decidió reabrir el proceso del denominado caso "Silbato Dorado", que había sido antes archivado por la Fiscalía de Vila Nova de Gaia, al recibir nuevos elementos para la acusación, de un equipo dirigido por la magistrada María José Morgado.
El caso se remonta a un partido entre el Beira Mar y Oporto en la temporada 2003-2004, del 18 de abril de 2004, que terminó en un empate 0-0. Dos días antes del encuentro, el árbitro Augusto Duarte y el empresario Antonio Araújo, visitaron a Pinto da Costa en su casa en la ciudad de Gaia. En esa ocasión, el presidente del Oporto le habría entregado al árbitro un sobre con 2.500 euros, según denunció Carolina Salgado, ex compañera de Pinto da Costa.
Duarte está acusado en este proceso de "corrupción pasiva" y el empresario Araújo de corresponsabilidad con Pinto da Costa. En su decisión, la jueza rechaza el argumento de que las declaraciones de Salgado no tendrían credibilidad, pues estaban destinadas a "vengarse" de Pinto da Costa, con quien compartió durante seis años.
Sin explicaciones
La jueza manifestó su extrañeza de que, en todo el tiempo transcurrido, ninguno de los tres acusados haya presentado "una explicación plausible" acerca del encuentro en la residencia del presidente del Oporto.
El caso conocido como "Silbato Dorado" saltó a las páginas de la prensa lusa en marzo de 2004, al recibir la Policía Judicial una carta anónima en la que se señalaba que los dirigentes del equipo de Gondomar, de la Segunda División B, intentaban conseguir el ascenso de categoría a través de sobornos.
El pasado 28 de febrero, el ex presidente de la Liga Profesional del Fútbol Portugués (LPFP) Valentim Loureiro, ex alcalde de Gondomar y su hijo João, ex presidente del club Boavista, fueron acusados oficialmente de "corrupción activa".
AS