Actualmente vivo en Segovia, mis padres en Madrid. Me fui a verlo a su casa, con mi novia, todos del Madrid. Al estar en el descuento ya comenzabamos a asumir la derrota y eso solo aumento la euforia, el extasis.
Viendo el remate de Ramos y tras tantas ocasiones falladas, no me terminadba de creer que ese balon fuera a entrar; al ver que era gol, salte del sofa, grite como un poseso, me abrace a mi padre a mi novia, mi madre durmiendo se desperto por los gritos, corriendo pasillo adelante y saliendo a gritar al balcon; quise gritar gol, pero me salieron gritos de pura adrenalina, puro extasis, no era capaz de articular la palabra.
Marcamos el segundo, y fue otra locura ahora me abrace a mi novia primero y a mi padre despues y se repitio el mismo patron del primer gol.
El tercero fue el de la confirmacion de que ibamos a ganar, el que cerraba el partido, el que comenzaba la celebracion, la apoteosis, de irse preparando para marchar a la Cibeles.
El cuarto fue para completar un extasis apoteosico maravilloso tras 90 minutos viendo como se nos escapaba la final.
Recuerdo ese dia y se me pone una sonrisilla en la cara.