sfermar escribió:Agent_Graves escribió:Jugando a Bloodborne en la PS4. Juego con gran ambientación y atmósfera, enemigos, pero con un manejo torpe (aunque no tan torpe como los juegos de la saga Dark Souls) y un nivel de dificultad absolutamente frustrante. No entiendo dónde está el interés de hacer un juego tan jodidamente difícil y estropear lo que sería una buena experiencia. Me gustan los desafíos pero un juego que te hace repetir el mismo pasaje una y otra vez hasta que llegas al punto donde te matan 15 minutos después se convierte en una soberana pérdida de tiempo.
No sé por donde irás, pero te puedo asegurar que el Padre Gascoigne y la bestia sedienta de sangre me hicieron sacar mi otro yo más violento. Luego se suaviza un poco, pero sin relajaciones, hasta llegar al últimos boss (no digo nombre para no spoilear) y vuelves a maldecir en hebreo again.
No he sentido mayor, satisfacción al terminarme un juego, eso si, este será de los pocos que no voy a volver a jugar.
Pues no se en Bloodborne, pero Dark Souls es de los pocos juegos de la pasada generación que se pueden rejugar. Primero porque hay secretos que pasaste por alto en tu primera partida; segundo porque una vez te conoces las zonas y le pillas el truco a los enemigos es otro rollo y tercero porque los enemigos son un pelín más fuertes.
degas escribió:El tema es que en el 2 te mueres y te recortan vida que al principio yo fui incapaz de devolver. El desarrollo es tosco, incluso para saltar me las vi y me las deseé.
Sí, al principio del DS 2 lo pasé fatal (morí tantas veces, que aunque me recortaron la vida hasta la mitad, me iban quitando enemigos cada vez que moría...

), luego conseguí el anillo que te limita la pérdida de vida y una vez pille el truco la cosa fue mejorando de tal forma que siempre solía matar al boss a la segunda o así.
Sin duda el boss que más veces he repetido es Gwyn, el boss final del DS 1