Lass escribió:Yo no veo un problema de huevos en sentido actitud, si no en sentido literal. No pueden con los huevos, literalmente. Si ya de por sí en este club los jugadores juegan cuando quieren, si les quitas el físico en un deporte da igual que sea el Eibar o el Barça. Yo puedo ser muy bueno, que si mi condición física es deplorable pasa lo que nos está pasando.
No es huevos ni actitud. Kroos siempre ha jugado andando y Varane siempre ha sido un pecho frío, pero cuando no hay físico la claridad en la cabeza también se ve mermada. Por qué Kroos o Modric de repente fallan el 70% de los pases cuando tenían un 95-100% de precisión en el pase? Por qué Varane que nunca ha sido precisamente táctico ya no llega al corte nunca? Por qué Bale parece un abuelo corriendo? Por qué se rompe cada semana uno distinto?
No, esto no son falta de huevos. Es:
1. Falta de un equipo técnico SERIO y PROFESIONAL.
2. Obvia falta de calidad individual en zonas claves del campo (la delantera es de risa).
3. Alineaciones sin sentido (relacionado con el punto 1).
4. Falta de autocrítica (los jugadores y directiva SE CREEN que el problema es de “mala suerte”).
Tenemos un problema bastante serio que se veía venir desde el verano pasado. Ya la pretemporada de 2017 fue lamentable pero tuvimos la suerte de coincidir con un Barça en Supercopa que estaba peor que nosotros incluso.
Si sales con un 4-3-3 donde los dos de banda de arriba no presionan ni se ofrecen a una media de tres - compuesta por un exfutbolista y dos jugadores que no son físicos - y una defensa la cual el lateral izquierdo y un central vienen de lesión y ya antes de ésta estaban de pena pues no sé qué esperábamos.
Todos los equipos nos juegan de tú a tú porque la distancia entre líneas que tenemos es de risa. Un jugador medianamente veloz de un cambio de ritmo le saca 10 meteos a Ceballos, Kroos y Modric.
Buen análisis, coincido en que hay carencias físicas, falta de piezas claves y problemas tácticos.
Pero insisto en que, sin enredarnos en cuestiones semánticas, a este equipo le falta espíritu, brillo, empuje, fe, o como queráis llamarlo.
Al fútbol no se puede jugar andando, ni gordo, ni fundido, ni mirando la hora a ver si se acaba el bochorno, y eso lo estamos viendo semana tras semana.
La liga que ganamos con Zidane empezó de la peor manera posible. Era cierto que no jugábamos una mierda, pero ese equipo prefería que lo ahorcasen antes de perder un partido. Ganábamos los encuentros por lo civil o por lo criminal, bombeando balones, tocando a rebato, con los laterales metidos en campo contrario, los centrales cubriendo hectáreas desiertas sin conocimiento y los centrocampistas metiendo la pierna como si no les importarse perderla.
A todos nos gusta el fútbol táctico, controlado, con una técnica exquisita, pero esto no deja de ser un deporte, y deporte, significa también esforzarse, correr, tener fe, llegar a los balones antes que el contrario.
Los jugadores del Madrid no sólo tienen que ser mejores que los rivales, también tienen que correr y esforzarse lo mismo o más que ellos. Por desastrosos que fuera tácticamente, los jugadores del Eibar nos comieron físicamente. Se multiplicaban, llegaban a todo, tenían fe, y en sus duelos individuales no encontraban a penas resistencia. Cucurrella se nos comió vivos, sus delanteros iban 10 puntos por encima en velocidad, concentración y ganas. Nuestros delanteros no ganaron un pvto mano a mano ni un balón dividido. Bale y Asensio, antaño jugadores velocísimos y con una excelente conducción, no fueron capaces de ganar un pvto balón en profundidad contra una defensa que jugaba encima de la medular, y Benzemá, un delantero que lleva lo menos 12 años en el fútbol profesional, se quedó 77 veces en fuera de juego, como si no hubiera trabajado nunca lo que es mantenerse por detrás de una línea defensiva.
Eso no son problemas tácticos, ni técnicos, eso es depresión absoluta, incapacidad para ejercer mínimamente tus responsabilidades profesionales. A los jugadores les puedes colocar mejor o peor sobre el campo, pero al final, si no salen de un regate, si no aciertan un pase, y si no ganan ni un triste duelo individual, ya te puedes meter la pizarrita en el culo.