– Ha tirado a un hombre por una ventana!
– No le he tirado, se ha caído.
– Qué le había hecho?
– Qué?
– Qué le había hecho ese tipo a usted?
– Nada, no le conocía.
– Y así por las buenas va usted y le mata?
– Qué pasa, para matar a un tipo hay que conocerle? Somos 6.000 millones en el planeta y tú te desquicias por un tipo gordo.
– Quién era?
– Eso qué mas te da? Has oído hablar de Ruanda?
– He oído hablar de Ruanda.
– Allí mataban a miles de personas cada día. No se había matado tan deprisa y a tanta gente desde Nagasaki e Hiroshima. Te afectó eso?
– Qué?
– Eres socio de Amnistía Internacional o de Oxfam, de Salvar a las Ballenas o de Greenpeace? No, pero me cargo a un tío gordo de Los Angeles y te cabreas.
– Pero no conozco a nadie en Ruanda.
– Ni al tío del maletero.
