EL BRASILEÑO SE SIENTE "PARTE IMPORTANTE" DEL REAL MADRID

Robinho tiene este viernes un motivo más para ser feliz y contagiar de alegría el vestuario del Real Madrid. El brasileño cumple 24 años. Y lo hace en el mejor momento de su carrera, justo cuando empieza a ser considerado uno de los mejores futbolistas del mundo y uno de los grandes artífices de la gran temporada que está realizando el conjunto blanco. En el plano personal, la vida también le sonríe y celebrará su cumpleaños junto a su hijo de un mes, Robson.
En los últimos tres meses, Robinho ha olvidado por completo los problemas de adaptación que sufrió durante sus dos primeras temporadas en el Madrid, que incluso llegó a plantearse su venta. Fue justo hace un año, coincidiendo con su 23 cumpleaños, cuando el brasileño fue señalado como uno de los culpables de la crisis del Real Madrid y cuando algunos miembros de la junta directiva ya pensaban en su venta. Sin embargo, Robinho celebra su 24 cumpleaños convencido de ser uno de los ejes fundamentales del nuevo Madrid.
Si hay un persona clave en la resurrección del brasileño es Bernd Schuster. El alemán le ha dado toda su confianza para que saque su mejor fútbol y se ha convertido en el mejor regalo que ha podido tener Robinho esta temporada. Por este motivo, el brasileño sólo tiene palabras de agradecimiento para su entrenador. “Schuster me ha ayudado un montón. Me deja jugar en mi posición preferida y siempre me da buenos consejos”, explica el jugador en declaraciones a la página web alemana 'Spox'.
Dura aclimatación a la Liga
Robinho admite que ha tardado en explotar en el Real Madrid, pero que gracias a Schuster por fin se siente un futbolista importante para el conjunto blanco: “Pienso que ya soy parte importante del Madrid. Hay jugadores que necesitan más tiempo que otros para aclimatarse a la Liga española y yo sentía que necesitaba un tiempo determinado, pero ya me siento completamente adaptado. Me costó acostubrarme a los defensas de aquí, muy diferentes a los brasileños, pero ya estoy familiarizado con esto. A Schuster le tengo que agradecer una gran parte de esta gran temporada que estoy haciendo”.
El brasileño ha afirmado en más de una ocasión que su objetivo es ganar el Balón de Oro y convertirse en el mejor jugador del mundo. Y en su país es donde más le animan a coronarse como rey del fútbol. Allí le comparan cada día con Pelé e incluso posó como él en la presentación de la nueva camiseta de la selección brasileña, inspirada en la que vistieron en el Mundial del 70. Robinho, sin embargo, no quiere que le comparen con el astro brasileño. Quiere escribir su propia historia en el mundo del fútbol: ”Pelé me ayudó mucho a consolidarme en el Santos, donde él triunfó, pero no quiero que me comparen con él. Pelé es Pelé y Robinho es Robinho”.